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CUIDADO DE LA PIEL

¿Qué te conviene más, jabón líquido o sólido?

Sea para las manos y la cara o para el cuerpo, quizás te estés preguntando cuál te conviene más, ¿el jabón de toda la vida o su formato en líquido?

Limpieza de cutis

Limpieza de cutisiStock

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Las abuelas lo tenían claro: con un jabón que la mayor de las veces llevaba restos de aceite de oliva utilizado en la cocina y sosa cáustica, se conseguía un jabón que lo mismo te servía para lavarte la cara, la ropa a mano o incluso, el pelo (decían que era infalible si tenías caspa).

Más allá de aquel jabón milagroso (y gran ejemplo de reciclaje) que hacían nuestras abuelas, te estás planteando qué te puede venir mejor, si un jabón líquido o uno sólido. Y es que cuando parecía que el sólido se había quedado en el baúl de los recuerdos, de un tiempo a esta parte viene con fuerza. ¿Cuál elegir? ¿Cuál te conviene más?

Es cierto que a la hora de ducharnos ha ido ganando terreno el jabón líquido o gel: su formulación hace que la espuma se consiga antes y eso, en un mundo en el que se tiene prisa, es una gran solución. Pero hay varios argumentos a favor del jabón sólido y no solo es el formato o que te permita ahorrar dinero:

- Por ejemplo, es un formato ideal para pieles grasas. Además, al ser sólido tiene mayor concentración de activos lo que hace que se necesite poca cantidad para una limpieza correcta. Y eso nos lleva a un segundo punto a favor de los sólidos..

- Se necesita menos cantidad para limpiar debidamente y eso lo hace un producto más económico que dura más. “El jabón limpia la piel permitiendo que el aceite se mezcle con el agua, y así la grasa y la suciedad desaparecen. Las moléculas del jabón actúan como un imán: una de las mitades repele el agua (es la parte hidrofóbica) y atrae a los aceites de la piel mientras que la otra hace lo contrario y se une al agua (hidrofílica). Así es como los aceites quedan suspendidos en el agua y se eliminan con facilidad”, aclaran en la firma Lush.

Jabón
Jabón | iStock

- Otro aspecto a favor de los sólidos: el formato. No hay plásticos, no hay envases, hablamos de una mera pastilla que además, es muy fácil de transportar en caso de que viajes.

- En Lush apuestan sobre todo por el formato sólido: “Si hablamos del lavado de manos, el jabón expulsa la suciedad, las bacterias, las levaduras, los hongos y los virus. Mata las bacterias pero no los virus y crea temporalmente un ambiente alcalino hostil en el que ni las bacterias ni los virus encuentran un medio viable para vivir. Tras su uso, la acidez natural del cuerpo regresa”, explica Mark Constantine, cofundador de la marca. Y continúa: “Nosotros no hacemos jabón líquido porque al final no es jabón, sino detergente líquido, lo que significa que no es alcalino y necesita además conservantes sintéticos para impedir la proliferación de microorganismos patógenos. En el jabón eso es imposible que ocurra por su alcalinidad (sin embargo, puede suceder en el agua sucia alrededor de la pastilla, si no se drena adecuadamente). Por si eso fuera poco, el jabón líquido viene en una botella de plástico y su dosificador no puede ser reciclado”.

Así que ya sabes, la elección es tuya, pero el jabón sólido se apunta más tantos que el líquido…

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