Muñeca hinchable

Un ruso se divorcia de una muñeca hinchable para tener un harén con otras dos muñecas y un cenicero

El físicoculturista Yuri Tolochko se casó con Margo, una muñeca hinchable, a finales del pasado año, pero se divorció hace unos meses tras adquirir dos muñecas sexuales más. Ahora, este ruso admite estar enamorado también de un cenicero.

Un físicoculturista ruso se divorcia de una muñeca hinchable para tener un harén otras dos muñecas y un cenicero

Un físicoculturista ruso se divorcia de una muñeca hinchable para tener un harén otras dos muñecas y un cenicero@yurii_tolochko

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La vida de Yuri Tolochko cambió en noviembre de 2020 cuando se casó con Margo, una muñeca hinchable. Un momento especial que compartió con 30 amigos y donde no faltó ningún detalle: la novia vestida de blanco, unos anillos de recién casados, la tarta nupcial y la celebración posterior. Este físicoculturista ruso admitió que fue una situación que causó "sorpresa" entre la gente, aunque él lo veía como algo totalmente normalizado.

Sin embargo, contrariamente a lo que el resto de personas pudieran pensar, se trataba de una relación consolidada. El propio Tolochko anunció la relación por la que posteriormente sería su prometida en mayo de 2018. Bajo la descripción de 'Aquí está mi bebé', compartió una foto que servía como presentación de Margo ante sus seguidores.

Desde ese momento, este varón fue compartiendo a través de su cuenta de Instagram diferentes de su vida cotidiana como pareja e incluso partes de su intimidad, como baños de burbujas o cenas románticas. El inicio de la pandemia les obligó, al igual que a otras muchas parejas de todo el planeta, a posponer la boda con la que formalizar su relación. Hasta que finalmente llegó el día en el que parecía que iban a ser felices para siempre, pero no.

Nuevos romances

Todo se torció en mayo de este año, cuando la pareja se divorció. ¿El motivo? Yuri Tolochko adquirió un par de muñecas inflables más: Luna y Lola. Con ellas ha compartido estos últimos meses de su vida tras su fracaso matrimonial y con las que no duda en compartir planes con sus amigos.

Pero en las últimas semanas ha aparecido un nuevo objeto en la vida de Tolochko: el cenicero de un bar del que este ruso admite estar enamorado.

"Me gusta el olor, la sensación del metal en mi piel. Es fantástico. Me gusta que toque mi piel, me excita, es lo que me atrae de este cenicero", ha asegurado ante sus seguidores de Instagram.

En este romance con el cenicero, parece que no van a surgir los problemas que antaño surgieron con Margo, ya que Tolochko aseguro que Lola y Luna "le apoyan". "Quiero pedirles [a los dueños del bar] que me lo presten más veces. Estará genial en mi harén", asegura el físicoculturista ruso.

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