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Belén Santo, la 'tiktoker' vasca que conmueve en redes por su emotivo gesto con un niño sordo

La joven se aprendió algunas frases en lengua de signos para poder comunicarse con el pequeño.

Belén Santo, la 'tiktoker' vasca que conmueve en redes por su emotivo gesto

Belén Santo, la 'tiktoker' vasca que conmueve en redes por su emotivo gesto Belén Santo

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Belén Santo es una joven dependienta que en las últimas horas ha arrasado en TikTok, plataforma de la que suele ser asidua. El motivo ha sido el gesto que ha tenido con un niño que es sordo. En un vídeo, que acumula ya millones de visualizaciones, ha relatado su experiencia con el pequeño.

"He conocido al primer niño que me cae bien en el mundo", así comienza el testimonio de Belén. Recientemente, la chica había dejado su trabajo de camarera para comenzar en una tienda de chuches situada entre dos colegios. El primer aviso que le dieron fue que en el establecimiento "se robaba muchísimo". Un día se dio cuenta de que había un niño que no paraba de mirarla: "Le puse más atención porque pensé que iba a birlar algo", confiesa.

Sin embargo, poco después descubrió el motivo real por el que el pequeño estaba tan pendiente: "Me di cuenta que era sordo cuando le vi un aparato en el oído. Claro, me miraba porque con la mascarilla no sabía si le estaba hablando o no", explica.

Aprendió lenguaje de signos por él

Una de las veces, Belén despidió al pequeño con un "gracias" en lenguaje de signos: "Se emocionó mucho ", reconoce. Durante una semana, la joven estuvo aprendiendo frases en lengua gestual como "hola, ¿qué tal?" o "buenas tardes" para poder comunicarse con él.

El pequeño iba con frecuencia a la tienda por lo que la vendedora quiso esforzarse aún más para "contarle cosas distintas cada día". Aprendió a decir: "No soy sorda, yo soy oyente", y en una de sus últimas conversaciones sorprendió al menor: "Yo no sé signar, pero aprender quiero por ti".

La tiktoker subraya que al pequeño le costó un poco entender su mensaje, pero finalmente se alegró cuando lo descifró. "Me emocioné un montón, me cayó super bien y ahora somos super amigos", asegura. El problema es que a la dependienta le han asignado otra tienda y casi no ve al pequeño, pero cuenta que ha sido una experiencia muy bonita: "Me sentí muy bien por el niño".

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