Una anciana provoca el corte de Internet en todo un país

Todo ocurrió de forma involuntaria el pasado lunes 28 de marzo cuando una mujer de 75 años trataba de conseguir algo de dinero escarbando en busca de cobre en la localidad georgiana de Ksani. Durante su excavación cortó los cables de fibra óptica que llevan la conexión de red al país vecino de Armenia, lo que provocó un apagón online en todo el país durante toda la tarde de ese lunes.

El cableado, propiedad de Georgina Railway Telecom, dan cobertura también a la parte este de Georgia, así como a Azerbayán. El corte de red solo se produjo en Armenia, ya que ninguna de las tres compañías teleoperadoras del país pudo ofrecer el servicio de forma normal.

Ahora la empresa ha denunciado a la anciana que ahora enfrenta un juicio en el que la pueden condenar con hasta tres años de prisión, informa la BBC. Mientras tanto, no estará en prisión dada su avanzada edad.

Se trata de un caso aislado y que difícilmente puede reproducirse en países más desarrollados, en los que existen diversas fuentes de Internet. Sin embargo, es solo un ejemplo de lo frágil que sigue siendo aún la red.

Aunque el usuario perciba una oferta variada a través de los anuncios de las teleoperadoras, cada uno con diversas promociones de velocidad, precios y paquetes, en realidad la mayoría trabaja sobre las mismas líneas. La centralización de la conexión y de las que compañías que poseen el cableado provoca una alta dependencia de un puñado de decisiones.

En el caso de Egipto, ningún teleoperador internacional se opuso a la orden de la dictadura de cortar el servicio. En otras ocasiones, las empresas occidentales colaboran directamente en el bloqueo de Internet. El carácter internacional de la Web, con servidores y dominios dispersos por el mundo también deja la puerta abierta a que decisiones políticas provoquen fallos del servicio en el otro lado del planeta, y como ejemplo basta tomar la decisión de cerrar Rojadirecta.com por un tribunal estadounidense, a pesar de haber sido declarado legal en juicio en España, el país de origen. ¿Cómo solucionar este problema de fragilidad?