El aire acondicionado podría contagiar el coronavirus

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Coronavirus

¿El aire acondicionado puede propagar el coronavirus?

Las medidas para prevenir el contagio del coronavirus siguen siendo un factor importante para frenar la curva de casos y el aire acondicionado podría jugar un papel clave este verano para evitar la propagación del Covid-19.

Las medidas de prevención contra el coronavirus, siguen estando en el punto de mira y su propagación a través de aire ha derivado en una especial atención a los aparatos del aire acondicionado.

Un nuevo estudio realizado en China ha investigado los contagios ocurrido en tres familias que comieron en un restaurante en mesas próximas y el aire acondicionado podría haber supuesto un factor clave en la infección del coronavirus.

El estudio, publicado en la prestigiosa revista ‘Emerging Infectious Diseases', fue dirigido por diez científicos chinos que han centrado su labor en observar el CDC de Cantón. Donde se infectaron diez personas de tres familias diferentes en el mismo restaurante de esa localidad el 24 de enero.

En el local, las mesas están dispuestas entre sí a menos de un metro de distancia, sin ventanas y con aire acondicionado. Un total de 83 clientes acudieron ese día al local, pero solo se contagiaron los que estaban dentro del flujo de entrada y de salida del aire acondicionado, dentro del cuál se encontraba le paciente ‘cero’ del caso.

Este infectado que desencadenó el contagio había regresado con su familia de Wuhan el día anterior, horas después de acudir al local mostró los primeros síntomas de fiebre y tos.

“Si quedan partículas con virus en suspensión y hay un flujo de aire que transporte las partículas, es posible que eso facilite el contagio”, afirmó para Teknautas el virólogo Javier Buesa, profesor del departamento de Microbiología de la Universidad de Valencia.

Así mismo, pese a que esta hipótesis podría ir por el buen camino, existen lagunas en el planteamiento. “Hay hechos extraños. Ninguno de los camareros se ha infectado, lo cual es sorprendente, ya que circulan entre las mesas”, afirmó Buesa.

De hecho, los propios investigadores tienen claras las limitaciones de su trabajo. El principal factor para no tener una aproximación más acertada habría sido no haber realizado un estudio experimental para simular los flujos de aire en un espacio cerrado similar al del restaurante.

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