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PSICÓLOGOS Y EXPERTOS COINCIDEN

Solo la educación puede acabar con la violencia en el deporte

Todos coinciden en que el problema de fondo en las peleas en los campos de deportes es de educación. Los padres y los equipos son los responsables. Varias canteras trabajan, desde hace años, en un protocolo para los progenitores: un decálogo del buen padre de un deportista.

Deja elegir a tu hijo qué deporte practicar, no le grites y no pienses que es Messi o Nadal. Así es el buen padre de un deportista, según los psicólogos: "Evidentemente si estamos intentando enseñar a los niños que con la violencia no se arregla nada, los padres tienen que autocrotolarse más y los adultos en general", dice María Luisa Ferrerós.

Autocontrol que entrenan en el Villareal. Trabajan con los críos y con los padres en reuniones donde se explica la evolución de los pequeños y dónde también se traslada que no hay que presionar a los chavales y el entrenador reconoce que "nadie le dice nada a sus hijos, todo el mundo lo entiende, pero el día del partido...".

Gestionar los nervios, respetar al entrenador, no insultar al árbitro: "A veces los padres son una carga para el hijo y es él el que es capaz de reñir al padre". Reforzar el aprendizaje deportivo y fomentar el respeto y la diversión es la solución. Todos los expertos coinciden, la educación es el instrumento capaz de rebajar el más de medio centenar de agresiones producidas el año pasado.