El acusado de la violación en el parque María Luisa de Sevilla

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SOLICITAN PARA ÉL PRISIÓN PERMANENTE REVISABLE

El violador del parque de Sevilla seguirá en prisión por su "sadismo extremo": "Decidió dar rienda suelta a sus instintos más sádicos y la agredió hasta provocarle la muerte"

La Fiscalía ha mantenido su petición de prisión permanente revisable para Francisco Morillo Suárez, el hombre encarcelado como presunto autor del crimen sobre una joven a la que "dejó morir porque le dio la gana".

La Fiscalía de Sevilla ha mantenido este viernes su petición de prisión permanente revisable para Francisco Morillo Suárez, el hombre encarcelado como presunto autor del crimen perpetrado en febrero de 2016 sobre una joven que había ingerido medicamentos para intentar acabar con su propia vida en el parque de María Luisa, porque cometió un "acto de sadismo extremo" y "la dejó morir porque le dio la gana".

Durante su informe final en la cuarta y última jornada del juicio que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla, la fiscal ha manifestado que, el día de los hechos, el acusado "vio el cielo abierto" al encontrarse con una joven de frágil constitución física, "con un consumo de narcóticos importante, sola en un parque y de noche", por lo que "decidió dar rienda suelta a sus instintos más sádicos" y le agredió sexualmente hasta provocarle la muerte.

"Le daba igual lo que le pasara" a la víctima, a la que "dejó abandonada sabiendo que se estaba desangrando", ha puesto de manifiesto la representante del Ministerio Público, que ha asegurado que "roza el límite del absurdo" la versión ofrecida por el acusado en cuanto a que las relaciones sexuales fueron consentidas por la chica, por todo lo cual ha solicitado al tribunal que le imponga la prisión de permanente revisable, y de forma subsidiaria, las penas en su máximo grado, pues "un acto tan cruel no merece una respuesta distinta".

De igual modo, la representante del Ministerio Público ha aseverado que "no hay ruptura de la cadena de custodia" de las muestras recogidas en el lugar de los hechos --el perfil genético del acusado aparece en 20 de los 43 vestigios analizados por la Policía-- y ha defendido que se ha llevado a cabo "un procedimiento absolutamente escrupuloso con todas las garantías procesales y los derechos de las partes, máxime con los derechos de la defensa", por lo que "ninguna nulidad cabe".

La joven "fue violada y brutalmente asesinada", ha subrayado la fiscal, que ha relatado durante su intervención todo lo ocurrido el día 23 de febrero de 2016, señalando que la joven se dirigió al parque sobre las 21,20 horas pero "no fue a quitarse la vida", sino a "llamar la atención", ya que las pastillas ingeridas "no le podían haber ocasionado la muerte" y "no eran letales, ni siquiera tóxicas".

"Una persona que va a suicidarse no va a un parque público porque sabe que la van a encontrar", ha indicado la fiscal, que considera que la joven ingirió las pastillas entre las 21,20 y las 21,47 horas y las mismas le provocaron un estado de "letargia, no de inconsciencia", como si fuera "un muñeco de trapo".

En un momento dado, según ha relatado, Francisco Morillo se encontró con la víctima, "que ya estaba bajo los efectos de las pastillas" y "debía estar desorientada". "El lo notó, se acercó, la tanteó, comprobó su desorientación y dijo 'esta es la mía'", ha aseverado la representante del Ministerio Público.

La fiscal ha añadido que, seguidamente, el acusado desnudó a la chica y llevó a cabo "dos agresiones sexuales diferentes en tiempos distintos", dando así "rienda suelta a sus instintos más sádicos" y llevando a cabo un "acto de sadismo extremo", dándole "igual lo que le pasara" a la joven, pues "le importaba cero lo que pudiera pasar".

Tras manifestar que la joven "sufrió al 100 por cien", ya que murió dos o tres horas después de sufrir la agresión, la fiscal ha lamentado la "sangre fría" del acusado, que "fue capaz de coger la bici e irse a su casa, abandonando" a la joven en el parque "en una posición para que nadie sospechara y pareciera la figura de una mujer dormida", a lo que se suma que incluso "la trasladó de banco" una vez consumada la agresión "para intentar borrar ese escenario macabro".

En esta línea, ha aseverado que la fallecida "podría haber sobrevivido si el acusado se hubiera apiadado de ella en el último momento y hubiera hecho una simple llamada a los servicios sanitarios", ya que en ese caso "hubiera sufrido lesiones brutales pero hubiera sobrevivido".

"Como le daba igual, se fue y aguantó 12 días hasta que fue detenido, ¿más dolo que ese quieren señorías?", ha preguntado dirigiéndose al tribunal, agregando en este punto que el acusado, en lugar de ayudar a la víctima, la vistió "y se limpió con unos pañuelos porque estaba manchado de sangre".

Cabe recordar que la Fiscalía solicita para Francisco Morillo la pena de prisión permanente revisable por un delito de asesinato y 15 años de cárcel por un delito de agresión sexual, tratándose de la primera vez que se acoge a la reforma del Código Penal, aprobada en julio de 2015, que introduce la figura de la prisión permanente revisable.

De su lado, el abogado que ejerce la acusación particular en nombre de la familia de la víctima, Alberto Lag, que inicialmente pedía lo mismo que el Ministerio Público, ha modificado sus conclusiones provisionales y ha solicitado al tribunal que condene al imputado por dos delitos de agresión sexual y no sólo por uno, ya que entiende que la víctima fue agredida en dos escenarios distintos, en concreto en dos bancos del parque, "con cierta separación de tiempo" y por ello considera que no existe una continuidad delictiva.

Por su parte, el abogado del acusado, Eugenio Guevara, ha reclamado la libre absolución de su patrocinado y, de manera subsidiaria, que sea condenado por un delito de homicidio imprudente con la atenuante de consumo de alcohol.

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