Espeleología

Vicente Clemente Suárez, experto en espeleología: "Mantener la calma es fundamental en situaciones de peligro"

Se cumplen 3 años del angustioso momento que 12 niños de Tailandia tuvieron que vivir al quedarse 17 días atrapados en una cueva. Ahora, la espeleología es un actividad cada vez más demandada. Vicente Clemente, experto en espeleología, aporta estos consejos.

Publicidad

La espeleología es una actividad que puede resultar muy interesante y, además, es muy llamativa. Sin embargo, es aconsejable realizar estas actividades en grupo y a ser posible acompañados por un experto aunque no siempre sea necesario. Esa persona nos aportará la tranquilidad que, posiblemente, nosotros no tengamos en caso de un incidente como el que ocurrió hace ahora tres años en Tailandia, cuando 12 niños se quedaron atrapados en una cueva durante más de 15 días.

El problema que podemos encontrar en las actividades de espeleologíaes que, principalmente, crean una respuesta de estrés bastante elevada y esa respuesta de estrés, va a modificar las maneras de actuar de nuestro sistema nervioso, en concreto las del sistema nervioso simpático, que regula todas las respuestas de estrés de nuestro cuerpo.

Aprender a controlar nuestro sistema simpático

Pero para entendernos mejor: a nivel orgánico, el cuerpo del ser humano tiene, por una parte, el sistema nervioso central que es sobre el que actúa directamente nuestro cerebro. La información que recibimos del exterior es procesada por este sistema de forma racional y somos conscientes de lo que estamos haciendo.

Sin embargo, hay otro sistema nervioso en nuestro organismo al cual no podemos controlar. Este es el sistema nervioso autónomo, que como su propio nombre indica, va un poco a su bola. Y esta parte de nuestro cuerpo se ramifica, a su vez, en dos: una que nos activa, que es el sistema simpático y que nos prepara para cualquier evento excitante o que pueda poner en riesgo nuestra vida. Y luego está la otra rama, que se llama la parasimpática; es la que nos relaja, la que se activa mientras dormimos o cuando se está más tranquilo.

Pero volviendo a la espeleología: como os comentaba cuando se realiza este tipo de actividades nuestro sistema simpático se activa ante la posible excitación que supone estar en un entorno que nuestro cuerpo considera como peligroso. Por ese motivo, es positivo que si una persona se adentra en una actividad de espeleología, muy comunes ahora en verano, tenga en cuenta una serie de 'tips' o consejos para afrontar la actividadde la forma más segura posible.

Qué llevar siempre encima si vas a visitar una cueva

Intenta activar el sistema parasimpático es decir el que nos relaja. Esto se consigue a base de entrenamiento, pero también es posible activarlo respirando tranquilamente y parándonos un minuto a pensar que todo va bien o que todo tiene solución en caso de tener que afrontar algún problema.

Es fundamental, y especialmente si eres novato, ir dejando un rastro del camino recorrido para que, en caso de perdernos, sepamos por dónde volver o en caso de quedarnos atrapados, dar algún tipo de pista o señal a los equipos de rescate que vayan a auxiliarnos.

Llevar agua y comida de sobra aunque pensamos que no hará falta

No hay que olvidar llevar siempre líquidos de sobra. Si puede ser una bebida isotónica mejor que mejor, pero llevar más de la cuenta por si acaso. El cuerpo humano es capaz de sobrevivir durante varios días con sus reservas naturales pero no lo es sin estar hidratado. No obstante, también es aconsejable llevar alimentos de sobra con nosotros.

Lleva más de un mapa para evitar perder el control de la situación de la cueva.

Hay que tener en cuenta que estas actividades de espeleología no son recomendables en las zonas como los Pirineos o los Picos de Europa porque hay bastantes cuevas muy profundas que no se han llegado a descubrir del todo y que, por ahora, realmente quienes acuden a estas grutas son profesionales del Instituto geológico o geográfico.

¿Y si me pierdo?

En caso de que te pierdas recuerda que lo más importante es intentar mantener la calma. Si bien es cierto que muchas veces nos parece algo imposible, es fundamental que en el momento crítico nos paremos a respirar unos minutos e intentemos recordar algunas de las posibles señales que hemos ido dejando por el camino.

El pánico puede ser nuestro peor enemigo y desde luego que no nos ayudará en absoluto a encontrar la salida. En caso de no poder salir y necesitar la ayuda de un equipo de emergencia, lo más favorable es mantenerse a la espera en un punto fijo y evitar consumir las energías de nuestro cuerpo. No olvidéis racionalizar el alimento y el agua que llevéis con vosotros.

El pánico puede ser nuestro peor enemigo

Y por último, apoyarse los unos con los otros y evitar las discusiones, es fundamental para no perder el control de la situación.

Vicente Javier Clemente Suárez, profesor e investigador de Actividad Física en la Universidad Europea y autor del estudio "Respuesta psicofisiológica al estrés de los espeleólogos novatos en una ruta espeleológica".