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Disturbios Barcelona

Vecinos desesperados por los destrozos en la séptima noche de disturbios: "¡Dejad los contenedores!"

Aumenta la tensión entre ciudadanos y manifestantes: los vecinos de Barcelona están hartos de los disturbios por el encarcelamiento de Pablo Hasél. Son ellos quienes apagan los contenedores incendiados y esta noche incluso les han arrojado objetos.

En resumen

Séptima noche de disturbios en Barcelona por el encarcelamiento de Pablo Hasél. Nueva batalla campal entre manifestantes y Mossos con tres personas detenidas en la ciudad de Cataluña. Se han vuelto a quemar contenedores y a lanzar objetos a los agentes, pero también a los vecinos. La tensión aumenta cada día entre ciudadanos y manifestantes. Se han repetido los saqueos en los comercios de la zona y los vecinos están hartos de estos disturbios. En muchas ocasiones son ellos los que apagan los contenedores incendiados y, además, esta noche les han llegado a arrojar objetos.

En Barcelona ya hay vecinos que bajan a la calle a suplicar el fin de la violencia: "¡Hay mucha gente mayor! ¡Por favor!". Hemos visto cómo un vecino recoge él mismo desesperado los destrozos: "¡Me da igual que os manifestéis! ¡Pero dejad los putos contenedores!". Ha sucedido en Valencia.

Se enfrentan a los manifestantes

Los contenedores siguen ardiendo, pero hay quienes ya se enfrentan a los manifestantes para apagarlos. Desde los balcones, algunos vecinos desesperados increpan a los asaltadores. La tensión va en aumento y con ironía este vecino nos cuenta como está viviendo las protestas: "La experiencia de un vecino local es de lo más agradable, llegas a tu casa y encuentras la basura, tienes que sortear los contenedores para poder llegar... me parece brutal que se proteste, y libertad de expresión toda la que tú quieras. Hay otra cosa que no entiendo: los vecinos aguantan esto en silencio, nadie sale a protestar contra esto".

Pero sí, cada vez están saliendo más y son más fuertes las discusiones entre manifestantes y vecinos. La mayoría de estos disturbios que empezaron tras el encarcelamiento de Pablo Hasél han terminado con los radicales irrumpiendo por la fuerza en los comercios y robando lo que encontraban.

Algunas tiendas además del saqueo han sufrido perdidas económicas por los destrozos. Los costes por los disturbios en Barcelona superan ya el millón de euros. Los radicales han quemado casi 300 contenedores y han arrancado adoquines para lanzarlos contra la Policía.