Una comunidad de vecinos de la periferia de Barcelona se alzó hace dos meses contra el fondo de inversión al enterarse de que se les quería subir hasta 1.400 euros la mensualidad por una vivienda de 90 metros. Un precio incluso más alto que en el centro de la ciudad condal. Un coste inasumible para la mayoría de familias trabajadoras que viven a las afueras.
Tras varias semanas de duras negociaciones con la actual empresa propietaria del bloque del edificio, han conseguido rebajar ese aumento para los contratos que vencían este 2018. Ahora los vecinos respiran más aliviados. Pero aseguran que, a partir de ahora, van a seguir luchando y no van a quitar las pancartas de sus fachadas hasta obtener las mismas condiciones para todos.
Después de cinco años viviendo en la misma casa David, uno de los vecinos de la periferia, se entera de un día para otro que le doblan la mensualidad de su alquiler. "La reacción es esa, llorar. Te ves que vuelves a ir a vivir a casa de tus padres con 32 años, con dos niños y tu mujer", estas son las duras declaraciones de David. Pero no es el único, como él están Carlos y Alba, padres de una niña de cuatro meses.
Llevan varios años viviendo en un piso por el que pagan 700 euros. De un día para otro también les informan que pasarán a pagar 1.400 euros. "Hay gente que tiene niños, escolarizados. Gente que está alomejor sin trabajo. Mujeres embarazadas... muchos nervios y mucha tensión sobre todo", explica Alba, una de las vecinas afectadas por el aumento de precio de su vivienda.
La empresa que alquila estos pisos decidió vender todo el bloque a un fondo de inversión. Los vecinos, por tanto, se enteran de que les van a subir de un 60 a un 100% el precio del alquiler. 450 vecinos de un bloque de edificio son los que se ven afectados por este aumento. El fondo de inversión les dio dos opciones: Pagar el doble o dejar el piso.
Ahora, gracias a la unión de los vecinos han logrado que les aumente un 20 % en tres años. Gracias a esto la mayoría podrá conservar su casa.