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Juan Carlos explica que lo peor era la fuerte medicina que le suministraban, "también pasar la noche entera atado a la cama (...) o en invierno nos sacaban al patio. También duchas de agua fría con mangueras".

Noelia, la ex cuidadora, ha revelado las aberraciones que vio nada más a entrar al centro de menores de Galapagar. Comenta cómo una noche, una niña no podía dormir porque iba a recibir la visita de su madre al día siguiente. "La niña se sentó en la escalera de madrugada para esperar a su madre. El cuidador, como no le dejaba dormir, comenzó a pegarle con un palo de una fregona. La peor parte no se la llevó la niña, sino su compañera de habitación que intentó evitar que Guille, el cuidador, pegara a su amiga. Ella recibió decenas de golpes. Tenía moratones por todo el cuerpo".

Noelia decidió denunciar los hechos, "entonces todas las amenazas se volvieron contra mí. Se habían puesto todos de acuerdo para decir que había sido yo la autora de la paliza". Al final, Noelia firmó la baja voluntaria.

Malos tratos reconocidos

La ex directora del centro de Galapagar acusado de malostratos ha reconocido en su declaración que cuidadores sin tútulo ni experiencia inmovilizaban a la fuerza a los chavales, que se medicaba a los chicos y que se utilizaban las correas de contención. Exactamente lo que los denunciantes contaron en Espejo Público hace apenas un mes.

Aseguraron que les insultaban, les duchaban con agua fría, y les amarraban a la cama. Así describían los jóvenes el infierno que vivieron dentro del centro

El propio Defensor del Pueblo realizó en su momento una visita al centro sin previo aviso para levantar acta. Entonces descubrió la presencia de amarres y cuerdas de sujección en las camas, así como que los chicos estaban medicados en exceso sin haber recibido información acerca de los fármacos que se les suministraba.

Se abrió entonces una investigación. Ahora la propia responsable del centro ha reconocido los hechos.

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