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Deflagración de la planta

Un herido de la explosión de Tarragona explica que antes de la explosión oyó como "una olla a presión"

El trabajador, que estaba cubriendo una baja de un mes en la fábrica, ha señalado que "notaba que se le estaba derritiendo la cabeza" en el momento de la explosión.

El herido, que tenía un contrato de un mes para sustituir una baja después de tres meses de prácticas para un curso de grado superior, ha explicado en RAC1 que tras la explosión, que le quemó una mano, recibió el impacto de un trozo de chatarra del tamaño de la esfera de un reloj de pulsera, que se le incrustó en el cráneo.

"Cuando explotó todo, noté como si se me estuviera fundiendo la cabeza; nunca pensé que tendría un metal", ha señalado el trabajador de la fábrica, a quien los médicos del Hospital Joan XXIII de Tarragona le extirparon el hierro. Ahora está ingresado en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde le operarán de las quemaduras que tiene en la mano. "

Dos compañeros suyos fallecieron tras la deflagración. Uno estaba ingresado, en estado grave, al otro lo encontraron sepultado entre los escombros.

Tres muertos por la explosión

Sergio tenía 59 años, había regentado una frutería y era una persona muy conocida en el barrio. Los vecinos están en shock, conmocionados por una muerte que no entienden cómo pudo ocurrir.

En Torreforta nadie entiende cómo una placa pudo entrar en el edificio y acabar con la vida de Sergio recorriendo tres kilómetros.

También hay consternación en el hospital Vall d'Hebron donde están los heridos. Uno de ellos es Felipe. Tiene 25 años, estaba trabajando en la Petroquímica cuando se produjo la explosión.

Uno de los heridos en el accidente de la fábrica IQOXE de Tarragona, Felipe Rendón, ha asegurado que, antes de la explosión, oyó "un ruido muy fuerte, como si fuera una olla a presión, como si saliera vapor o gas".

El herido, que tenía un contrato de un mes para sustituir una baja después de tres meses de prácticas para un curso de grado superior, ha explicado en RAC1 que tras la explosión, que le quemó una mano, recibió el impacto de un trozo de chatarra del tamaño de la esfera de un reloj de pulsera, que se le incrustó en el cráneo.

"Cuando explotó todo, noté como si se me estuviera fundiendo la cabeza; nunca pensé que tendría un metal", ha señalado el trabajador de la fábrica, a quien los médicos del Hospital Joan XXIII de Tarragona le extirparon el hierro. Ahora está ingresado en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde le operarán de las quemaduras que tiene en la mano. "

Dos compañeros suyos fallecieron tras la deflagración. Uno estaba ingresado, en estado grave, al otro lo encontraron sepultado entre los escombros.

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