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Coronavirus

Trasladan al hospital a un marinero con coronavirus aislado con otros 16 en un barco en Burela

Los otros 16 siguen confinados en su propio barco tras confirmarse que todos ellos están infectados con coronavirus, algunos son asintomáticos y otros tienen síntomas de distinta intensidad.

Uno de los 17 marineros del 'Adviento Uno' que permanece en aislamiento, atracado en el puerto de Burela, ha empeorado en su estado de salud y ha tenido que ser trasladado, este jueves, al Hospital da Costa para controlar su evolución. Los otros 16 siguen confinados en su propio barco tras confirmarse que todos ellos están infectados con coronavirus, algunos son asintomáticos y otros tienen síntomas de distinta intensidad.

Llevan aislados en una zona restringida del puerto mariñano desde el lunes, cuando regresaron de la marea en el Gran Sol. Durante la singladura algunos empezaron a sentirse mal, con síntomas compatibles con la enfermedad.

Ante esta situación, la casa armadora decidió dar aviso al Servicio Gallego de Salud (Sergas), que activó el protocolo correspondiente. Personal sanitario se personó en el barco al llegar a tierra y le realizaron las pruebas PCR a la tripulación, confirmando que todos ellos estaban contagiados. Ahora tienen que permanecer, al menos, 10 días en el puerto y, transcurrido ese tiempo, deberán realizar una segunda prueba para determinar si siguen siendo positivos.

Los marineros están preocupados por su situación y afirman que su estado de ánimo "es cambiante y cada uno lo lleva como puede", afirma Luís Miguel Ramos, uno de los tripulantes confinados.

"Es una enfermedad muy rara. Te sientes bien, y cuando crees que estás mejorando, de repente, tienes una recaída, te duele la cabeza, sientes fatiga", nos explica Ramos, desde la zona del muelle acotada por la Guardia Civil, en la que nadie puede entrar ni salir. Nadie. Ni siquiera sus familiares, que también están visiblemente preocupados.

En el tiempo que permanecen en el puerto para hablar con algunos tripulantes, siempre siguiendo estrictas medidas de seguridad, la mujer de uno de ellos se acerca, deja una bolsa de comida en el suelo, justo en el cordón policial y se aleja varios metros. El tripulante se asoma, coge la bolsa y sube a bordo para comer.

Este es el cuarto barco que ha tenido que ser aislado en los puertos de A Mariña en las últimas semanas al ser detectados casos de coronavirus entre sus tripulaciones. Los armadores gallegos insisten en la necesidad de contar con más medios en los barcos para detectar los casos positivos.

El sector también pide que se realicen pruebas PCR antes de salir a cada marea, porque "si nos ponemos malos a cientos de millas náuticas de tierra, en pleno temporal, por ejemplo, nadie puede venir a salvarnos la vida", alerta Luis Miguel Ramos.