Seguridad subsuelo

El trabajo de la Guardia Civil en el subsuelo para garantizar la seguridad durante la presidencia española de la UE

Caminan casi a oscuras por estrechas galerías. Sus principales amenazas son los químicos, la desorientación y la falta de luz y su objetivo, conseguir la máxima seguridad en las entrañas de las grandes ciudades.

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Están ahí, pero casi nadie los ve. Se mueven con muy poca luz por las galerías subterráneas entre los desechos de la ciudad. Una de sus principales amenazas es la concentración de químicos como el metano o el dióxido de carbono. Siempre realizan su trabajo en compañía y no deben estar bajo tierra más de 20 minutos. Su misión es conseguir que las entrañas de las ciudades estén los 365 días de año seguras. Los 19 agentes que componen la Unidad de Subsuelo de la Guardia Civil tienen conocimientos de espeleología y de explosivos y son uno de los grupos de élite de la Benemérita. En la última convocatoria optaron 81 aspirantes y solamente cuatro consiguieron una plaza.

Seguridad de edificios emblemáticos

La seguridad de la Presidencia del Gobierno, el Palacio Real, las embajadas, los museos o los aeropuertos corren a su cargo, al igual que el resto de edificios públicos y las visitas de autoridades de los diferentes países que visitan España. Buscan que no haya explosivos ni se cuelen intrusos bajo tierra. "Cuando en cualquier galería salta el detector de gases, tenemos que salir inmediatamente porque si no podríamos perder la vida", afirma Alberto Díaz Jaime, Teniente de la Unidad de Subsuelo de la Guardia Civil.

La desorientación, los químicos y los explosivos son las grandes amenazas que deben superar los agentes

Pérdida de la noción del tiempo

Otro de los problemas a los que se enfrentan los agentes de la Unidad de Subsuelo de la Guardia Civil es la desorientación ya que en las galerías subterráneas no hay cobertura y un reloj es la única herramienta que les advierte del tiempo que llevan dentro. En las galerías y estrechos túneles, la movilidad es complicada, el suelo resbaladizo y los olores insoportables. A ello se tiene que unir la humedad constante que llega a ser del 95%. Otro de los inconvenientes son las precipitaciones exteriores e incluso los posibles derrumbes.

Trabajo durante el coronavirus

Durante la pandemia, los 19 miembros de la unidad contrajeron el covid-19 ya que todos los días tenían que cumplir con su trabajo en las alcantarillas para extraer muestras microbiológicas de las aguas residuales para su posterior análisis. Gracias a su labor, se consiguieron conocer los índices de la evolución de la pandemia en el peor momento de ella.

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