Crisis migratoria

La tensión de Ceuta se traslada a Castillejos donde 300 inmigrantes lanzan piedras y crean barricadas ante los antidisturbios

Descontrol en Castillejos, Marruecos, al otro lado de Ceuta. Alrededor de 300 personas han protagonizado fuertes disturbios con la policía marroquí tras la tensión generada en Ceuta por la avalancha de inmigrantes.

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La tensión se ha trasladado a Castillejos, ciudad marroquí frontera con Ceuta, donde alrededor de 300 personas han protagonizado disturbios durante esta noche. El avance de los agentes antidisturbios para empujar a los migrantes agrupados en la carretera costera, la mayoría de ellos menores, desembocó en una reyerta entre ambos grupos cuando los emigrantes se pusieron a lanzar piedras contra las fuerzas marroquíes y quemar neumáticos, lo que levantó una espesa humareda visible desde muy lejos.

Cientos de marroquíes han prendido hogueras en medio de la calle, arrancaron señales de tráfico y la emprendieron a pedradas contras sus propias fuerzas de seguridad. Ante la situación de caos y desconcierto han tenido que intervenir los antidisturbios y se ha visto algún herido. El enfado de muchos de los que habían llegado desde diferentes ciudades marroquíes para cruzar a España ha ido a más al ver que ahora sí las autoridades del país han cerrado las fronteras y les impedía el paso. Algo muy distinto de lo que ha ocurrido estos días cuando facilitaban el acceso de los que llegaban y que ha provocado un efecto llamada.

Ninguno de los migrantes en cuestión consiguió llegar a la carretera principal que da al Tarajal, único punto regular para acceder a Ceuta y donde actualmente hay un importante despliegue policial. Sin embargo, sí se han visto imágenes de inmigrantes intentando trepar la colina de Belyunesh que se asoma sobre Ceuta.

La crisis migratoria en Ceuta se desató el pasado lunes cuando miles de migrantes consiguieron entrar en Ceuta desencadenando una crisis diplomática entre Marruecos y España. Al menos 5.600 de los migrantes que pisaron suelo español han sido ya devueltos, pero entre los restantes hay unos 1.500 menores en la ciudad autónoma. Estas cifras no tienen precedentes en la historia.