Verifica A3N

Santo Grial de O Cebreiro, el milagro convertido en leyenda

El Santo Grial de O Cebreiro y su particular historia ha traspasado las fronteras gallegas, tanto que quedó immortalizado en la obra del poeta Ramón Cabanillas "O Cabaleiro do Sant Grial". En Verifica A3N te contamos todos los detalles de esta leyenda.

Santo Grial de O Cebreiro, el milagro convertido en leyenda

Santo Grial de O Cebreiro, el milagro convertido en leyendaAntena 3 Noticias

Publicidad

El Milagro de O Cebreiro habría inspirado las leyendas posteriores. Tenemos que remontarnos hasta el año 1300, cuando un campesino llamado Juan Santín, quien vivía en la aldea de Barxamaior. Era tan devoto que no perdonaba su cita con la eucaristía, ya lloviese, nevase o hiciera frío. Un buen día se desató una tormenta de las que dejan huella y el sacerdote pensó que ningún fiel acudiría pero se equivocaba: Juan Santín no faltó a su cita.

"Este milagro ocurrió un crudo día de invierno, en el que Juan Santín, hombre de avanzada edad y vecino de Barxamaior, distante cuatro kilómetros del Cebrero en pronunciadísima cuesta, llegó a oir misa cuando el sacerdote había terminado la consagración. Asombrado el celebrante al ver a Juan Santín y dudando de la presencia real de Jesús en la eucaristía menospreció en su interior la devoción y el sacrificio de aquel buen hombre diciendo: “Cuál viene este otro con una tan grande tempestad y fatigado a ver un poco de pan y vino”. En aquel instante, la hostia se convirtió en carne y el vino en sangre, ante la estupefacción del celebrante y del paisano..."

Así lo recoge un texto de don Enrique Santín, su ilustre tocayo, quien descubre el famoso milagro griálico.

Este milagro fue conocido por los Reyes Católicos, quienes en el año 1486 peregrinaron hasta allí y donaron el relicario que, junto con el cáliz se expone en una caja fuerte, a la contemplación de los fieles que acuden a la Iglesia de Santa María.

Además, cuenta la leyenda que los dos cuerpos enterrados que hay en el interior de esta ermita pertenecen al campesino y al fraile. Los propios peregrinos alemanes se encargaron de la divulgación de este milagro y Wagner lo incluyó en su obra Richard Parsifal.

Publicidad