Historias de amor que hundió el Titanic o cuentos de niños olvidados. Son algunos los relatos que Ana narra a quien se acercan hasta el cementerio de San Isidro.
El tabú a la hora de hablar sobre la muerte se pierde en estas curiosas visitas a los cementerios. Rutas donde se descubren estos lugares y que finalizan con música entre panteones.
Un buen ejemplo de esta nueva moda de visitar los campos santos es el cementerio de la Almudena. Es el más grande de Europa y cuenta con cinco millones de personas enterradas: Personajes conocidos y anónimos descansan en estas tumbas, nichos y panteones de muchos estilos arquitectónicos.
En San Sebastián están a la última en tecnología. Para recordar a los difuntos han colocado códigos en las lápidas. Se escanean con un dispositivo móvil y se reproduce un vídeo con las fotografías y la historia del fallecido.