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Robo a las estatuas de bronce de un céntrico parque de Bilbao

La Policía ha abierto una investigación por el robo de placas y elementos escultóricos de bronce de las estatuas del parque de Doña Casilda en el centro de la ciudad.

Parque de Doña Casilda en Bilbao

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Varios vecinos de Bilbao han denunciado, en los últimos días, la falta de piezas de bronce en algunos de los monumentos más significativos del Parque de Doña Casilda, el principal pulmón de la ciudad y una de las áreas de esparcimiento de los bilbaínos. El vandalismo está afectando a esculturas significativas como son las estatuas de Giuseppe Verdi, el acordeonista Josu Loroño y el monolito a Gabriel Aresti.

En el caso de la estatua de bronce del músico Josu Loroño, profesor en el Conservatorio Juan Crisóstomo de Arriaga, amaneció el sábado sin su preciado acordeón, que fue literalmente arrancado. La Policía ha abierto una investigación por el robo del acordeón, que se especula con que haya sido fundido.

Verano suele ser una época en la que los cacos aprovechan que la mayoría de ciudadanos están de vacaciones para entrar a robar en domicilios. En Bilbao, en cambio, han ido un paso más allá y el objeto de robo están siendo las piezas de la esculturas de bronce que decoran los parques de la ciudad.

Además del acordeón de Loroño, los ladrones también se han cebado con la escultura de Giuseppe Verdi dejándola sin identidad. De esta escultura, situada a pocos metros de la de Loroño, los vándalos se han llevado la placa vertical en la que se recogían su nombre y sus datos.

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El domingo desapareció otra lámina de bronce patinado de 50 x 50 centímetros cercana a la escultura de Loroño e instalada en 2013 por el Ayuntamiento en homenaje a Lope y Cleto de Alaña, bilbaínos, primos e impulsores de la Sociedad Coral de Bilbao, entre otras.

En este parque no se libra ningún elemento, ya que también han desaparecido otras planchas descriptivas del arbolado, así como la del monolito de homenaje al importante escritor y miembro de Euskaltzaindia Gabriel Aresti, inaugurada en junio de 1985, con un poema en euskera. El Ayuntamiento de Bilbao se ha encargado ya de reponer las placas robadas, en este caso de otro material.

El robo de material para fundir o vender en el mercado negro viene siendo constante en los últimos meses en Bilbao, fundamentalmente en portales y comunidades de vecinos. De hecho, hace unos días, los residentes en una comunidad de la Plaza Campuzano, a escasos 200 metros del parque, denunciaron el robo de las lámparas y apliques de metal del portal. Incluso, hace un par de semanas se denunció el robo en las obras de un local a pie de calle.

La desaparición de placas y elementos escultóricos en los parques es un paso más allá de los ladrones de metal.

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