Ablación femenina

Rescatan a una bebé de 1 año a la que sus padres iban a practicarle una ablación

La bebé había sido sustraída por su padres, a los que habían retirado la custodia, para hacerle una ablación.

Utensilios para practicar la ablación

Día Mundial contra la Mutilación GenitalEFE

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Varios agentes de la Policía Nacional han rescatado a una bebé de 1 año a la que sus padres iban a realizarle una ablación, una práctica prohibida en España y que puede conllevar una pena de prisión entre 6 y 12 años si la realiza una persona con nacionalidad española o con residencia en territorio español.

Los padres de la menor habían perdido su custodia por violencia intrafamiliar y decidieron sustraerla de un centro de protección de menores con el objetivo de hacerle una ablación. La madre acudió a una visita organizada a la Residencia Infantil Rosa, en Madrid. Una vez en el lugar, envolvió a la bebé en un fular y salió corriendo del centro. Los policías averiguaron que en los hechos también podría estar implicado el padre de la bebé. Horas más tarde, las investigaciones permitieron localizar a la madre y a la bebé. La progenitora ha sido arrestada como presunta responsable de un delito de sustracción de menores.

¿Qué es la mutilación genital femenina?

La mutilación o ablación genital femenina es un procedimiento que se realiza a una mujer o a una niña con el objeto de alterar o lesionar sus órganos genitales sin que existan razones médicas que lo justifiquen.

Una práctica muy arraigada en algunos países

Un informe de UNICEF revela que al menos 200 millones de niñas y mujeres de 31 países, con edades comprendidas entre los 15 y los 49 años, han sido sometidas a esta práctica. Más del 90% de las mujeres y las niñas de Guinea y Somalia son sometidas a alguna forma de mutilación o ablación genital.

En algunos países, profesionales de la salud capacitados realizan la mutilación genital femenina. Este hecho no la hace más segura ya que igualmente se extirpa y daña tejido sano y normal. UNICEF publica que aproximadamente 1 de cada 3 niñas adolescentes (15-19 años) se ha visto sometida a esta práctica realizada por personal de los servicios de salud.

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