Sociedad
Una réplica de la nao Santa María recala en San Sebastián acercando la historia del descubrimiento de América
La entrada para visitar el buque cuesta siete euros para adultos. Incluso es posible navegar por 160 euros.

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La nao Santa María es el mayor barco de los tres que formaron parte de la expedición de Cristóbal Colón. Estos días en San Sebastián podemos visitar su réplica y perdernos por sus 26 metros de eslora. Imaginando, por unos momentos, que formamos parte de aquella tripulación que pasó a la historia.
Acceder a esta réplica es entrar en uno de los capítulos más importantes de la historia, el descubrimiento de América. Quienes se acercan hasta el barrio marinero, donde descansa la nao, se asombran ante su presencia. "Es un recuerdo de la historia y de la intrepidez del hombre", asegura una mujer.
Caminando por su cubierta podemos descubrir las duras condiciones en las que vivieron sus cerca de cuarenta tripulantes. "Qué loca estaba la gente entonces para navegar en cosas como estas", nos dice una curiosa. Otra visitante no puede más que soltar un "guau" al imaginarse a tantas personas conviviendo en un espacio tan reducido.
Miguel Cuesta, marinero de la nao Santa María, nos explica que los tripulantes dormían en cualquier hueco de la cubierta. Donde pudieran colocar la hamaca. El camarote era exclusivo del capitán.
Fueron 70 días de travesía, salpicados de incertidumbre, en busca de una nueva ruta a las Indias. "A merced de los vientos y de la pericia del capitán. Tiene mucho mérito", subraya un visitante. Otro destaca la valentía de aquellos hombres que se embarcaron en aquella aventura en un buque de las características de la nao. "Es alucinante como pudieron cruzar el Atlántico", destaca una mujer.
Visitar esta réplica nos acerca a la historia de una forma única. Incluso, por 160 euros, se puede vivir la experiencia de navegar . Miguel Cuesta nos aclara que este barco no tiene timón. Se maneja empujando entre varias personas el pizote. Inclinándolo hacia la izquierda iría a babor y hacia la derecha a estribor. Además, resalta que el casco es redondo por lo que a la mínima que coja una ola se escora o se balancea.
La entrada para adultos cuesta siete euros. La de niños, cuatro euros y la familiar, quince. El buque se puede visitar hasta el 19 de octubre entre las diez y las siete y media de la tarde.
Estos días en San Sebastián, sin duda, la frase que más se escucha es la gritada por Rodrigo de Triana: "¡Tierra a la vista!"
La entrada para visitar el buque cuesta siete euros para adultos. Incluso es posible navegar por 160 euros.
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