Uno de los incendios registrados la pasada madrugada en un huerto de palmeras del Camp d'Elx.

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SEGÚN LOS EXPERTOS

Quemaduras, conjuntivitis o abrasiones corneales, consecuencias de los incendios forestales

Los ojos son una de las partes de nuestro cuerpo que más sufren en los incendios forestales. El humo provoca enrojecimiento y picazón y las cenizas pueden llegar a provocar quemaduras, ojo rojo, conjuntivitis o queratitis.

Quemaduras, ojo rojo, conjuntivitis, queratitis y abrasiones corneales son las consecuencias más habituales de los incendios forestales, según han advertido expertos de Central Ocular con motivo de la llegada de altas temperaturas en los últimos días a España, que incrementan notablemente el riesgo de fuegos.

"El humo y las pequeñas partículas en suspensión (que pueden estar ardiendo) pueden provocar quemaduras en el exterior y en el interior de los ojos, queratitis (inflamación de la córnea) e incluso abrasiones corneales, que si no son tratadas a tiempo por un especialista pueden derivar en problemas de visión permanentes", explica la oftalmóloga responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Central Ocular, María Capote.

Además, indica que es habitual que los ojos se irriten al entrar en contacto con el humo provocando enrojecimiento acompañado de picazón y ardor. "También suelen estar acompañados de sensación de cuerpo extraño. Aunque la primera reacción que se puede tener es frotarnos los ojos es justo lo que no se debe hacer, ya que si existe un pequeño fragmento de tierra o, incluso, ceniza, podemos empeorar el problema y provocar una laceración en la superficie del ojo", añade la doctora.

Por otra parte, insiste en que hay que tener en cuenta que las personas que ya tienen conjuntivitis alérgica, ojo seco e, incluso, blefaritis (inflamación persistente de los bordes palpebrales provocada por un secreción grasa excesiva o por infección por el ácaro 'Demodex') van a ver agravados sus síntomas. "Este colectivo tiene que tener especial cuidado si se encuentra dentro de un área afectada por un incendio forestal y debe de tener en cuenta un serie de consejos para evitar problemas mayores", advierte.

Desde Central Ocular aseguran que todo este tipo de lesiones tratadas a tiempo tienen un tratamiento que supone, en la mayoría de los casos, la curación "sin ningún tipo de secuelas". "Sin embargo, sin un diagnóstico adecuado y un tratamiento específico se pueden producir lesiones y cicatrices corneales que pueden dan lugar a una disminución de la vista importante", alertan.

Medidas para proteger los ojos en los incendios

Por ello, enumeran algunas medidas para minimizar los efectos de los incendios forestales en la salud ocular, como usar gafas protectoras si se está directamente implicado en la extinción del incendio o bien se está colaborando para evitar que se reavive. "Las gafas tendrán que cubrir no solo la parte delantera de los ojos, sino también los laterales, para evitar que el humo o cualquier partícula entre en contacto con los ojos", agregan.

También aconsejan utilizar lágrimas artificiales que ayuden a mantener los ojos bien lubricados y a expulsar solo con el parpadeo cualquier cuerpo extraño que pueda penetrar en el ojo (ceniza, arenilla, pavesas, etc.). Si no se dispone de este tipo de productos, apuestan por suero fisiológico o bien parpadear de forma reiterada. "Al parpadear de forma reiterada las lágrimas hacen un 'efecto lavado' que puede ayudar a expulsar sin tocar el ojo un cuerpo extraño", comenta la doctora Capote.

Igualmente, recomiendan evitar el uso de lentes de contacto durante la exposición, ya que "cualquier cuerpo extraño puede quedarse adherido a ellas y se produzcan lesiones oculares durante su extracción", así como permanecer dentro de la casa si está fuera del perímetro de seguridad del incendio. "En especial si ya se tiene una patología ocular subyacente. Para ello, se pueden poner telas húmedas en ventanas y puertas que serán una ayuda extra para que le humo no penetre en el interior", argumentan.

Por último, recuerdan colocarse compresas frías sobre los ojos, algo que "ayudará a mantenerlos más hidratados aliviando el ojo rojo, el picor y una posible quemazón". En cualquier caso, si se ha estado expuesto a este tipo de lesiones, instan a acudir a un oftalmólogo. "Y por supuesto, acudir lo más pronto posible, si nota que el ojo le arde, le duele, le pica de manera persistente o hay algún tipo de secreción para la realización de un diagnóstico y la prescripción del tratamiento más adecuado o bien practicar una intervención de forma urgente", concluye la oftalmóloga.

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