Volcán La Palma

¿Qué son los tubos volcánicos que han acelerado la lava del volcán de La Palma?

En los dos últimos días se han formado en el volcán Cumbre Vieja de La Palma dos tubos volcánicos, unas galerías que conservan el calor y por las que baja la lava a mayor velocidad y causando menos destrozos

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A lo largo de los dos últimos días, es decir, desde el pasado domingo, se han formado en el volcán Cumbre Vieja de La Palma dos '"tubos volcánicos". Se trata de dos galerías o conductos naturales que conservan el calor y por los que la lava fluye a más velocidad que cuando discurre por la ladera de la montaña y al aire libre.

La lava que discurre hacia el mar dentro de esos tubos tiene menos posibilidades de que pueda expandirse y provocar más daños. Según señalan los expertos, además de por estos dos nuevos conductos, la lava del volcán de La Palma continuará fluyendo por donde lo hace salvo que haya nuevas bocas eruptivas en sentido o dirección diferentes a los actuales, o si aumenta su densidad.

La lava comenzó a salir el pasado 19 de septiembre del sistema volcánico Cumbre Vieja, en Cabeza de Vaca, una zona del municipio de El Paso, y nueve días después la colada llegó a la playa de Los Guirres, en Tazacorte, donde ha comenzado a construir una fajana o delta lávico que hasta ahora ocupa casi 33 hectáreas.

1.000 viviendas afectadas por la lava

La lava afecta a as 413,38 hectáreas, con un perímetro de 36,3 kilómetros y una anchura máxima de 1.250 metros, y si no aumenta ni cambia su ruta no destruirá más fincas ni inmuebles, una vez que, según datos del sistema de satélites Copernicus, ha destruido más de 946 edificaciones y ha afectado a más de otro centenar.

En la cátedra de Reducción del Riesgo de Desastres de la Universidad de La Laguna trabajan con las bocas eruptivas que han salido del nuevo volcán de La Palma y a partir de ellas simulan el flujo de las coladas.

Nerea Martín, geógrafa de la cátedra de Reducción del Riesgo de Desastres de dicha universidad, ha indicado en declaraciones recogidas por Efe que hasta que no haya nuevas bocas eruptivas, si es que las hay, no se podrá simular su flujo, por lo que si no hay más o cae de nuevo el cono del volcán, como sucedió el pasado 3 de octubre, no tiene por qué desviarse, al menos que la lava se densifique, ha añadido.

Si la lava sale más densa se frenaría en su camino hacia el mar y se ensancharía en lugar de avanzar, por lo que aumentaría el daño a los lados. En ese sentido, Martín ha agregado que con las actuales características de la lava fluirá por donde lo hace, ya que no tiene nada que le impida el avance hacia el mar.

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