Su imagen ha cambiado. Ana Julia Quezada ha llegado a la Audiencia Provincial de Almería con el pelo liso y sin gafas para ser juzgada por el crimen de Gabriel Cruz.
“Trata de causar buena impresión”, afirma José Hermida, experto en lenguaje verbal para Antena 3 Noticias. Minutos antes de las 9 de la mañana salía del furgón policial que la transportaba, con unos pantalones y una camiseta blanca y una americana de color azul marino.
“Los colores que ha elegido reflejan y estilan en la audiencia y causan una sensación de inocencia” apunta el experto, quien cree que Ana Julia tenía un estilo más agresivo cuando fue detenida.
Según su criterio, la acusada, de 45 años, mostraba una “actitud sumisa” al inicio del juicio. En un punto, Ana Julia comienza a llorar, “ahí se rompe porque la situación es muy dramática. Sin embargo, Hermida defiende que la asesina confesa “tiene un gran dominio sobre sí misma, aunque controle su cuerpo, el arrepentimiento es considerable”.