Sin agua
Un pueblo de Málaga, al límite: más de 200 vecinos de Almogía sufren cortes de agua de hasta cuatro días
En pleno verano los vecinos de la pedanía Barranco del Sol sufren la falta de agua potable y el deterioro extremo de sus infraestructuras viarias, con riesgo real de quedar aislados. “Esto es insostenible”, lamentan.

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Lo que comenzó en noviembre con el paso de una DANA que anegó uno de los depósitos principales de abastecimiento se ha convertido en una crisis sostenida en el tiempo. Ese depósito sigue inservible y, desde entonces, los cortes de agua se han vuelto constantes, prolongándose durante días sin previo aviso y afectando a familias, personas mayores, negocios y a una población que se duplica en verano con la llegada de residentes estacionales. Pero la peor parte la viven siete familias de la pedanía Barranco del Sol, en Almogía (Málaga), que llevan ya ocho meses sin suministro.
Además, Miriam Páez, presidenta de la asociación de vecinos, lamenta que cuando el agua vuelve a salir por el grifo, lo hace acompañada de grandes cantidades de aire en las tuberías, lo que provoca reventones en las instalaciones domésticas, averías y un problema añadido: el aire pasa por los contadores y se cobra como si fuera agua, incrementando injustamente las facturas de muchos hogares.
"La situación es insostenible y no nos dan una solución real", asegura Páez, que relata los esfuerzos de los vecinos para transportar garrafas de agua o, quienes pueden permitírselo, costear cubas, a lo que hay que añadir las altas temperaturas del verano.
La empresa concesionaria del servicio, Aguas de los Verdiales S.A., anunció que una nueva tubería resolvería el problema, pero los vecinos aseguran que la situación no ha mejorado: "Seguimos igual o peor", sentencia Páez.
Por su parte, la alcaldesa del municipio, Toñi García, afirma que están buscando “todas las alternativas posibles”, en un momento en el que, según dice, la población en esta zona se cuadruplica. "Ahora se llenan las piscinas, con las lluvias la gente está menos concienciada, pero el Ayuntamiento está poniendo todos los medios", asegura. Señala también que están canalizando agua directamente al depósito de Barranco del Sol, aunque, según los vecinos, eso no es suficiente.
Carreteras intransitables
La falta de agua no es el único problema que sufre esta comunidad rural. El estado de la carretera que conecta Barranco del Sol con el vecino municipio de Casabermeja representa un grave peligro. Mientras que Casabermeja asfaltó su tramo en septiembre de 2024, el correspondiente a Almogía permanece en estado deplorable, con grandes socavones, ausencia total de quitamiedos y una vía estrecha por donde circula a diario un autobús escolar.
La promesa era empezar las obras de asfaltado antes del verano, y desde el Ayuntamiento aseguran que saldrán en breve a licitación con un presupuesto de 145.000 euros. "Estamos hablando de un deterioro generalizado que afecta a derechos básicos como el acceso al agua, la movilidad y la seguridad. No podemos seguir así", insiste Páez.
Los habitantes de Barranco del Sol claman por soluciones urgentes y acusan a las administraciones —local, provincial y a la empresa concesionaria— de falta de voluntad política y de mantenerles en el olvido institucional.
Con el verano avanzado y sin respuestas claras, la asociación de vecinos no descarta movilizaciones públicas para visibilizar una situación que ya consideran insostenible. Exigen la actuación inmediata de las autoridades antes de que esta crisis se agrave y el aislamiento de la pedanía sea total.
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