Crimen Lardero

El presunto asesino del pequeño Álex en Lardero, en su turno de última palabra: "Pido perdón a la familia"

El juicio por el crimen de Lardero quedará visto para sentencia después de que hayan comparecido ante el jurado los agentes que encontraron al niño, psicólogos, forenses y el padre del pequeño Álex.

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El presunto asesino de Lardero, Francisco Javier Almeida, ha hablado este martes en la última sesión del juicio por el asesinato del pequeño Álex. El hombre ha tomado por última vez la palabra para pedir perdón a la familia del menor: "Lo siento, no era mi intención matarlo y pido perdón a la familia", ha señalado con la habitual sangre fría de la que ha hecho gala a lo largo de todo el proceso.

Ha explicado que ese día "había bebido" y que efectivamente bajó al parque pero "para fumar, no para buscar niños": "Bajé al parque sin intención de nada, es verdad que vi a Álex", ha insistido.

"Le dije que si quería ver el agapornis que tenía, ni le obligué, ni le forcé, ni le agarré. En el portal él subió bastante deprisa las escaleras. En la casa vio el pájaro, pero en ese momento yo empecé a tener una cierta fantasía. Yo lo único que hice fue enseñar el pene y pasárselo por la cara, no hay muestras de semen ni en faringe, ni estómago, ni en la ropa...", ha expresado el presunto asesino del menor. "Lo que sí se encuentra es flujo seminal", ha añadido.

Durante el juicio también ha narrado que en ese momento se escucharon ruidos y que el niño "quería huir". "Le agarré de la camiseta por detrás, con una mano le tapé la boca y la otra se la puse en el cuello, pero sin apretar", ha explicado Almeida sobre el momento en el que Álex estaba en su vivienda en Lardero.

"No tenía ninguna intención de matarlo, ninguna. Y él se movía, por eso tiene esos roces en el cuello", ha contado. Además, ha declarado que cuando se dio cuenta de que el pequeño Álex había perdido el conocimiento intentó pedir auxilio. "Salí a pedir ayuda, cuando vi que el ascensor estaba ocupado, bajé por las escaleras con el niño en brazos", ha detallado.

A pesar de su testimonio la autopsia ha revelado que el pequeño Álex murió por asfixia, después de que Almeida le agrediera con brutalidad, y dejara al menor sin "posibilidad de defensa".

"Me arrepentí. No fue calculado. Lo siento, no era mi intención matarlo y pido perdón a la familia", ha dicho el presunto asesino de Lardero durante la octava jornada del juicio.

"Depredador sin remordimientos"

El fiscal ha recordado a los miembros del jurado que los informes indican que "es un hombre de extremada sangre fría". "Sabe perfectamente que hace daño y le satisface, no tiene doble personalidad ni tienen ningún tipo de problema mental: le satisface y voluntariamente lo hace. No mató a Álex, le asesinó", ha remarcado.

A su juicio, en el momento de la detención Almeida se mostró "impasible, igual que estos días". "No le importaba quién ni cómo, hasta la niña de cuatro años fue su objeto", ha añadido.

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