La explosión registrada en un edificio de la calle Toledo en Madrid causante de 4 muertos y 10 heridos deja todavía muchos interrogantes en el aire. Hasta el momento lo que se conoce es que la detonación se produjo por una acumulación de gas natural debido a la fuga de una conducción interna.
El edificio en el que tuvo lugar la explosión tiene 8 plantas y contaba con 3 calderas, una de ellas, la más grande, situada en el sótano y las otras dos en las plantas superiores que es donde estaba la residencia de los sacerdotes, de hecho uno de ellos antes del suceso olió muy fuerte a gas y decidió abrir rápidamente la ventana y avisar al resto.
El gas natural es más denso que el aire por lo que subió hasta las plantas superiores. En las imágenes aéreas de la zona se ve perfectamente como lo que estallan son las plantas más altas ya que allí era donde estaba acumulado el gas por lo que se descarta que la explosión ocurriese en la caldera del sótano.
Los expertos creen que en las plantas superiores había acumulada de los últimos días una gran bolsa de gas que solo necesitó una chispa, una ignición, un electrodoméstico funcinando mal etc. para provocar la tremenda explosión.
¿Por qué se acumuló el gas? La respuesta a esta pregunta todavía no se conoce pero podría ser por una tubería rota o porque el escape de gas situado en la parte superior del edificio estaba taponado por la nieve y por ello no pudo salir al exterior.