Pelea
Pelea en una zona de okupas de Ribeira: un hombre golpea a otro con un sillín de bicicleta
Una vecina de la localidad grabó la pelea en una zona en la que residen okupas.
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Las trifulcas empiezan a ser habituales en la calle Xosé Ramón Fernández Barreiro de Ribeira, en A Coruña. Pero la de este martes ha ido más allá. Dos personas, que según los testigos salían de un edificio okupado que hay en las inmediaciones, se enzarzaron en una pelea en la que uno de ellos utilizó un sillín de bicicleta para agredir al otro.
Todo ocurrió pasadas las nueve de la noche, ambos individuos, de mediana edad, discutían en el portal en el que, aseguran en la zona, se conoce por ser un punto de compraventa de drogas. La discusión fue a más y uno de ellos desafió al otro con un sillín, a lo que este último respondió dándole un puñetazo. Inicialmente se escucha a una de las testigos alentando al hombre a pegarse, "¡dale!", dice, pero pronto es abroncada por otra persona.
Golpes con un sillín de bicicleta
Después, tal y como se puede ver en el vídeo, y para sorpresa de la persona que graba que grita "¡Ay, Dios mío!", uno de los individuos propina tres golpes con el sillín de bicicleta al otro, uno de ellos en la cara, y entonces cae al suelo. Allí, continúa pegándole con este objeto y un vehículo, que pasa por la zona, hace sonar el claxon para intentar evitar que la pelea continúe pero no lo consigue.
También una mujer que acompaña al agredido pretende mediar en la trifulca pero sin éxito. Los golpes continúan.
Los episodios de este tipo son frecuentes en la zona
Según relata Diario de Arousa, estos episodios se repiten en el lugar desde que los okupas habitan en él. La Policía Local confirma que recibió la llamada de un testigo, pasadas las nueve de la noche, pero cuando la patrulla llegó a la zona no encontró ni rastro de estas dos personas. Solo un vecino afirma que tiempo después vio a uno de los agredidos, todavía con sangre en la cara, paseando por esa misma calle como si nada hubiese sucedido.
Los vecinos de Ribeira, y también los comerciantes de este barrio residencial, piden más presencia policial para poder controlar la difícil situación que están provocando los okupas en un barrio en el que reina el descontrol y la inseguridad.
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