Jubilación
El pasillo de aplausos a una doctora de Ourense el día de su jubilación: "Agradezco el cariño de todos"
Tras 34 años en el servicio de urgencias, la doctora Mera da las gracias por el cariño de todos, sus actuales compañeros y también los de antes. ¿El secreto? "Trabajo duro y afecto por la sanidad", asegura.

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Más bien discreta, poco dada a los baños de masas o las exposiciones públicas, ésa es la imagen que transmite la doctora Julia Mera. Nos lo dicen sus compañeros en el Hospital de Ourense, y ella misma lo corrobora, éste broche de oro a su carrera profesional la ha sorprendido y emocionado a partes iguales. "Yo había pedido irme sin ruido", asegura. No, sus deseos no se cumplieron. Pero el resultado ha merecido la pena.
Julia Mera inició su carrera en 1983, después de licenciarse en Medicina en la facultad de Santiago y, tras alguna parada en otros centros sanitarios, en el 89 llegó al servicio de Urgencias del Hospital de Ourense. El que la vio crecer como profesional y, posiblemente en otros muchos aspectos de su vida, su "consulta", casi su hogar durante nada menos que 36 años.
"Trabajo duro y mi afecto por la sanidad"
Un servicio exigente el de Urgencias para el que hay que valer de manera especial. La doctora Mera ha atendido miles de pacientes en las casi cuatro décadas que lleva con la bata puesta, y ha lidiado día tras día con un concepto clave en este servicio como es la patología tiempo dependiente, es decir, aquella que depende directamente del tiempo que se tarde en diagnosticarla y tratarla. Es aquella en la que el tiempo juega en contra del diagnóstico y cada minuto que se pierde puede ser crucial, nos hacemos una idea del nivel de estrés de quienes se dejan la piel día tras día en este ámbito.
Algo que contrasta totalmente con la serenidad y la paz que transmite la doctora, sin duda, que habla más de esfuerzo y empatía que de estrés o carreras, aunque es evidente que ha tenido que haber más de una. Quizá ahí está el secreto, en saber mantener la calma. Cuando se le pregunta a ella lo tiene claro: "Trabajo duro y mi afecto por la sanidad, sobre todo por la pública", asegura. Lo fundamental, explica la doctora Mera es: "Poner al paciente siempre como lo primero, empatía para pensar como nos gustaría que nos resolvieran el problema que nos trajo aquí, en este caso el servicio de urgencias". Y para que esto funcione, mantener un buen ambiente de trabajo en la medida de lo posible. "Tener afecto, si se puede, con las personas que uno trabaja, que no siempre es fácil en un medio tan difícil, pero al final algunos acaban siendo familia propia", a la vista está que así es. Tanto que los hay que incluso ya estaban jubilados y se han acercado en este último día para hacerle un homenaje a su compañera. Desde los más veteranos a los más jóvenes, nadie ha querido faltar.
"Ahora llevar una vida sencilla, que es lo que necesito para ser feliz"
Ella, por supuesto, lo agradece. "Quiero agradecer el cariño de todos, los de antes y los de ahora, estoy muy satisfecha con los comentarios, sobre todo de la gente joven". Agradecida a pesar de que en su último día de trabajo la sacaran de la sala de observación con una llamada de alerta que ella se pensaba que era un aviso médico y que en realidad era un pasillo de aplausos, sonrisas y palabras bonitas cargado de emotividad.
¿Y ahora qué?, le preguntamos. Ya en su casa, ya cambiando las rutinas. ¿Cómo se ve de jubilada?. "Nada extraordinario. Aprovechar para esos proyectos que todos nos hacemos en año nuevo: algo de inglés, un poco más de actividad cultural, ejercicio, viajecillos, algo más de tiempo para familias y amigos, y una vida sencilla que en realidad es lo que yo necesito para ser feliz". Pues a disfrutarlo. Con el agradecimiento de todos por contar con vocaciones como la suya doctora Mera.
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