Pantano de Sau

El pantano de Sau se colapsa de turistas ajenos al gran problema de sequía que azota nuestro país

El pantano se encuentra a un 37,35% de su capacidad, una situación muy distinta a la de hace un año, cuando estaba al 73,96%.

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El pasado mes de julio vivimos las temperaturas medias más altas desde que se tienen registros, es decir, desde 1961, y las precipitaciones no fueron suficientes, lo que ha provocado preocupantes sequías en nuestro país. Aunque el mes de agosto no esté siendo tan extremadamente cálido, el problema de la sequía sigue aumentando.

El nivel de agua embalsada vuelve a bajar. Ya se encuentra por debajo del 40%, la cifra más baja en los últimos 27 años. Los últimos indican que Andalucía es la comunidad más perjudicada por la escasez de agua, pero no es la única. Los embalses en Cataluña también se encuentra por debajo del 50%.

En el pantano de Sau, la sequía ha dejado al descubierto el campanario de la iglesia que acostumbra a quedar bajo el agua. Multitud de curiosos no se han querido perder la iglesia emergida, lo que ha provocado un gran colapso en el acceso por la aglomeración de visitantes. Se ha convertido una atracción para muchos, congregando hasta 400 coches por día, pero la realidad es mucho más preocupante de lo que parece, ya que el nivel de agua no para de bajar. El pantano se encuentra a un 37,35% de su capacidad, una situación muy distinta a la de hace un año, cuando estaba al 73,96% de su capacidad, según la Agencia Catalana del Agua (ACA).

Multitud de embalses y presas afectadas por la escasez de agua

El pantano de Sau no es el único perjudicado. En Pueblo de Cazalla, en Sevilla, el embalse se encuentra por debajo del 15% de su capacidad. "Desde junio ha bajado por lo menos 5 o 6 metros la altura de agua", asegura Francisco, pescador de la zona. El embalse de Compuerto, en Palencia, donde hay cada vez más zonas áridas, y la presa de Gran Canaria, que se encuentra a poco más del 1% de su capacidad, son otras zonas afectadas por la escasez de agua.

La sequía también ha llegado a lafiesta del aguade Vilagarcía de Arousa, Pontevedra, rodeada de polémica. Las opiniones se dividen entre mantenerla a toda costa o cancelarla para ahorrar el agua. Ante esta situación, el ayuntamiento ha decidido sustituir las mangueras por cubos de agua para gastar menos.

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