El marido de Laura salió con ella en brazos pidiendo ayuda y nadie lo hizo. La gente estaba grabando con el móvil las imágenes del suceso y nadie se dignó a ayudarles. Esa es la versión del padre de la mujer fallecida, que se encuentra en París para agilizar los trámites y poder llevarse a su hija a España.
Mientras tanto, existe una gran consternación en el pequeño pueblo de poco más de 3.000 habitantes donde vivía con su marido y sus tres hijos, en Burguillos (Toledo) donde se ha declarado día de luto oficial y el ayuntamiento ha puesto a disposición de los vecinos un libro de condolencias.
También consternación en el barrio donde trabajaba, era dependienta de un supermercado y se había ganado el cariño de todos. En ese mismo barrio también van sus hijos al colegio y han guardado un minuto de silencio en conmemoración.
El padre todavía no entiende por qué nadie le ayudó a su hija y su yerno nada más producirse la explosión. Sólo un bombero francés se acercó para asistirles, le realizó el masaje cardíaco y la mantuvo con vida hasta que llegó la ambulancia.
Por otro lado según cuenta, el consulado español tampoco les ha facilitado nada. No han podido hablar con nadie que hablara el idioma para mantenerlos informados.
Las autoridades pasarán por el hotel para recoger las pertenencias de Laura y poder llevarlas a Burguillos.