Sucesos

¿Una orca en Lepe? Un misterioso pez enorme sorprende a los bañistas de la playa de la Antilla

El cetáceo ha sido avistada en una zona próxima al barrio de los Pescadores, atrayendo la atención de los presentes.

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Un día de playa es una oportunidad para disfrutar del verano de la manera más tranquila al mismo tiempo que se combate el calor con el refrescante agua del mar. Sin embargo, en ocasiones, esa tranquilidad se ve perturbada, y así lo han podido confirmar los bañistas de la playa de la Antilla, ubicada en la localidad onubense de Lepe.

Aparece un pez enorme en la playa de la Antilla

Este martes, como de costumbre, una multitud de personas ha acudido a la playa de la Antilla para pasar el día. No obstante, la jornada de hoy ha dado un giro radical hacia las 12:00 horas del mediodía con la aparición de un pez de grandes dimensiones que merodeaba a muy pocos metros de la orilla.

Según los presentes, la criatura, que presentaba colores parecidos a los de las orcas, podría tratarse de un calderón, perteneciente a la familia de los delfines, aunque no se descarta que sea otra especie. La presencia del animal ha provocado la sorpresa de los bañistas presentes en la costa lepera, que cada julio recibe a una gran cantidad de veraneantes.

La criatura ha sido avistada en una zona próxima al barrio de los Pescadores, atrayendo la atención de los que se encontraban allí. Tanto es así, que algunos jóvenes que estaban practicando deportes acuáticos y un hinchable sobre el que estaban algunos menores se han acercado al animal para poder verlo más de cerca.

Muchos de los presentes han aprovechado la ocasión para grabar el suceso y subirlo a sus redes sociales. Según los expertos, el motivo de la sorprendente aparición del cetáceo podría deberse a la campaña de la pesca del atún rojo en el Atlántico. Afortunadamente, el animal ha nadado pacíficamente entre los bañistas y no se ha tenido que lamentar ningún tipo de daño.

El tiburón azul de Pontevedra

Hace apenas un mes, ocurría algo similar en la localidad gallega de Pontevedra, aunque esta vez el protagonista fue un tiburón azul de casi dos metros de largo. En este caso, el animal presentaba una herida en una de sus aletas que podría haber sido provocada por un arpón.

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