Robos

'Operación San Andrés': Así encontró la Guardia Civil a la pareja que robó en 93 iglesias de España

Se han intervenido 140 efectos religiosos y dinero en efectivo sustraído de las colectas en las iglesias de hasta 12 localidades distintas

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La Guardia Civil ha esclarecido la oleada de robos que sufrían, desde las pasadas navidades, decenas de iglesias de Cantabria. La preocupación se había apoderado de los párrocos de pequeñas localidades que veían como cada poco tiempo sus templos eran asaltados. Los robos tenían como objetivo el dinero recaudado en los "cepillos" aunque su cuantía era muy escasa. También se llevaban algunos objetos eclesiásticos y figuras religiosas, "aunque sin ningún valor económico ni histórico ", como detallaba el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge. Tras varios meses de seguimiento la Guardia Civil lograba detener a una pareja de Villacarriedo (Cantabria) e incautaba más de 140 objetos sustraídos y dinero en metálico.

La operación denominada 'San Andrés' lograba identificar a dos personas como autores materiales de al menos 93 robos en iglesias de hasta 82 localidades distintas de Cantabria, Asturias y Palencia. Se les imputan 88 hechos selectivos en Cantabria en 78 pueblos, 4 en Asturias y 1 en Palencia.

El objetivo principal de los robos era el dinero que se guardaba en las instalaciones, en lo recaudado por las aportaciones de los feligreses durante las misas. En la mayor parte de las ocasiones es botín era muy exiguo aunque en el Santuario de Valeanuz sustrajeron cerca de 1000 euros procedentes de los donativos de los belenes navideños.

El proceder de los autores de los robos ocasiona daños cuantiosos en puertas, al ser forzadas, y en ventanales y vidrieras que rompían. También el sistema eléctrico de los edificios religiosos sufría daños, ya que cortaban cables y rompían cajas de registros para evitar los sistemas de seguridad.

Los primeros robos se cometieron en diciembre del año pasado en varias iglesias de Cantabria. Tras la investigación de los agentes, se detuvo a dos personas vecinas de Villacarredo. Se realizó un registro domiciliario donde se intervinieron unos 40 efectos de índole eclesiástico, entre los que destacan imágenes, estuches con bleos, pequeños cofres con llaves de los sagrarios, relicarios porta óleos, llaves de templos, instrumental de sonido y dos bases de madera tallada - para los féretros. También se hallaron gran cantidad de monedas de pequeño valor de las colectas y limosneros de las iglesias.

El obispo de Santander relataba que "todos los párrocos han estado muy nerviosos, en vilo por estos robos y los destrozos. Afortunadamente en las iglesias no hay dinero o muy poco, y lo robado tenía escaso valor económico e histórico. Tan solo un valor sentimental para feligreses y curas". Pero lo que más daño ha hecho es la reparación de los daños causados para realizar los asaltos a las iglesias.

Igualmente se intervino diversa herramienta susceptible de ser utilizada en los robos como palanquetas de diferentes tamaños, un gato hidráulico, destornilladores, alicates, y un visor nocturno.

Modus operandi

Las pesquisas determinaron que los presuntos autores eran una pareja. La mujer era quien realizaba un estudio previo de los templos que posteriormente eran asaltados, en los que se causaron daños de consideración. Para perpetrar los robos utilizaban diferentes vehículos con los que se desplazaban a diferentes pueblos.

La Guardia Civil sospechaba que ante el inicio del Año Jubilar Lebaniego en el monasterio de Santo Toribio, con un aumento de peregrinos y donativos en las iglesias situadas a lo largo del camino, podían aumentar nuevamente los robos.

El operativo dispuesto para la seguridad del Camino Lebaniego permitió que durante la noche anterior a la apertura de la Puerta del Perdón, una patrulla diera el alto al vehicula sospechoso en la localidad de Tama, en Cantabria, transportando diferentes herramientas que podían ser utilizadas para cometer robos con fuerza.

Días más tarde, en la localidad cántabra de Quijas otra patrulla de Guardia Civil identificó a la misma pareja llevando en el vehículo herramientas similares a las de Tama.

Detenciones

Con todas las pruebas y ante la sospecha del inicio de una nueva oleada de robos en iglesias se dispuso un operativo que permitió identificar al varón sospechoso conduciendo un vehículo en el que ocultaba herramientas que podían ser utilizadas para robar, siendo detenido.

Seguidamente y en su domicilio de Villacarriedo se detuvo a la mujer, realizándose posteriormente un registro de la vivienda y donde los agentes encontraron gran cantidad de efectos procedentes los robos realizados en las iglesias. Las diligencias fueron remitidas al Juzgado de Instrucción número 2 de Medio Cudeyo (Cantabria). Ambos fueron puestos en libertad con cargos a la espera de la celebración del juicio.

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