Tráfico de drogas

El olor lleva a un presunto traficante de drogas de Madrid a la cárcel

La denuncia de los vecinos de un bloque de viviendas de Las Rozas por el olor a marihuana en su portal acaba con uno de sus vecinos en prisión por tráfico de drogas

Registro de la Guardia Civil del trastero y de la vivienda

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Al presunto delincuente le faltó olfato. O minusvaloró el de sus vecinos. Agentes de la Guardia Civil de Las Rozas, en Madrid, siguieron la pista dada por los vecinos de un bloque de viviendas de la urbanización Europolis. Habían acudido a dependencias policiales para alertar del olor a marihuana que invadía su portal. No hizo falta desplegar sofisticados medios técnicos: el olfato llevó a los guardias hasta uno de los trasteros del edificio, situado en el garaje del bloque. A partir de ahí sólo necesitaron esperar y vigilar.

Comprobaron que el trastero estaba vinculado a una de las viviendas de ese portal. Ahí vivían Víctor y Andrea, de 29 y 24 años, pareja sentimental. Un simple vistazo a los archivos permitió comprobar que al hombre ya lo habían detenido tres veces por delitos contra la salud pública. O lo que es lo mismo, por tráfico de drogas. Las vigilancias permitieron constatar sus frecuentes visitas al trastero. El círculo se iba cerrando.

"Alguien lo ha colocado ahí"

Con la necesaria orden judicial, los agentes entraron en el trastero. Allí encontraron 65 kilos de hachís y seis kilos de marihuana. También una máquina de contar dinero y numerosas bolsas con restos de drogas, según informa la Guardia Civil. Víctor y Andrea quedaron detenidos. Durante el registro del trastero los guardias enseñan a los arrestados las bolsas con droga. Ellos tiran de la respuesta previsible: "eso no es nuestro, alguien la ha colocado ahí".

Al registrar la vivienda, encuentran una pistola eléctrica tipo 'Taser', una defensa extensible y una máquina para envasar al vacío, supuestamente, la marihuana. También 730 euros en moneda fraccionada.

La Guardia Civil cree que la pareja utilizaba el trastero como guardería de la droga. No les consta que la pareja tuviera ninguna plantación. Sospechan que eran intermediarios en venta al por menor. El hecho de que los trasteros, como suele ser habitual en este tipo de viviendas, estén situados junto al garaje podía facilitar el trasiego de paquetes de una forma más discreta que realizarlos desde la vivienda. A los dos se les acusa de tráfico de drogas.

El juez ha ordenado el ingreso en prisión del hombre. En el bloque, situado en una zona de cierto poder adquisitivo, el olor ha mejorado.

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