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Coronavirus

Ola de solidaridad para ayudar a las personas en riesgo de exclusión social por el coronavirus

Muchas familias tienen problemas para salir adelante por el parón económico que ha provocado el coronavirus. ONGs la del padre Ángel hacen frente a este emergencia social a través de comedores sociales.

Las islas Canarias afrontan la crisis del coronavirus y el parón de la economía con las peores tasas de población en riesgo de exclusión social de toda España. A la alarma por el virus se suman en el archipiélago los altos índices de paro y unos servicios sociales mermados.

Canarias entra en la crisis sanitaria provocada por el coronavirus en una situación de desventaja sustancial por esta gran bolsa de su población en riesgo de exclusión social. "Una de cada tres personas en las islas está bajo el umbral de la pobreza", dice el presidente regional de Cruz Roja, Antonio Rico, quien considera que Canarias tiene uno de los mayores niveles de paro del país.

"Y veníamos de índices de vulnerabilidad muy muy altos. Y esto era cuando recibíamos a 16 millones de turistas. Ahora, con un impacto en el turismo bestial, con tantos ERTE... Había personas con empleos precarios, con trabajo y que eran pobres, con sueldos de 600, 700, 800 euros. Estamos en una situación de partida bastante mala y la sociedad tiene que dar respuesta a esa vulnerabilidad crónica, pero ahora, además, tenemos a otro sector de la población que jamás pensó que esto podría pasarle", afirma Rico.

Esto problema sucede en muchos territorios. Por ejemplo, muchas personas hacen cola ante el local de una iglesia evangélica en el barrio de Orriols, en Valencia. Esto sucede de manera recurrente desde que se decretó el estado de alarma por la pandemia de coronavirus. En estricto orden, guardando turno en las cotas marcadas en el suelo, cada persona pasa ante la puerta del bajo y recibe una bolsa individual con comida. Son beneficiarios de un reparto solidario de alimentos organizado por varias asociaciones sociales con el objetivo de ayudar a los colectivos más vulnerables del barrio.

El menú de ayer, por ejemplo, estaba formado por un plato de albóndigas con patatas, fruta, yogur, una pieza de bollería y un pan. Cada día cambia, dependiendo de las donaciones. También lo hacen los usuarios: "Tenemos una lista y vamos citando según las horas y la disponibilidad. No podemos hacer grandes grupos por cuestiones de seguridad, pero intentamos ayudar lo máximo posible, todo el que está necesitado cuenta", comentó Jesús Saiz, presidente de la asociación sociocultural evangélica de Barona. Estima que cada día se ayuda a 40 familias.

"Las puertas están abiertas"

Por otro lado, el chef Pepe Filloa y Mensajeros de La Paz cocinan rabo de toro para más de 100 personas sin hogar en el Restaurante Robin Hood del Padre Ángel, en Madrid. Cocinan desde las 10:00h de la mañana, embolsando sobre las 17h y repartiendo desde las 18h. El padre Ángel, fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, explica que debido a la crisis del coronavirus, su parroquia, San Antón, en Chueca, está cerrada si bien "por dentro las puertas están abiertas".

Sobre cómo esta situación está afectando a las personas en situación de exclusión social, el padre Ángel plica que ya con su ONG atendían a 1.200 familias con alimentos y comedores escolares, pero que ahora con la crisis del coronavirus están teniendo también que montar comedores para toda la familia, algo que lamenta.