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Okupas

La presión de los vecinos echa a unos okupas de unas viviendas recién escrituradas en Burgos

Los propietarios de las viviendas llevaban dos años esperando a que finalizara la construcción para poder entrar a vivir en su hogar cuando, a pocos días de la entrada, se dieron cuenta de que sus casas estaban okupadas.

En resumen

  • Los propietarios se organizaron por redes sociales y consiguieron echar a los vecinos

Una multitud de personas se ha concentrado, durante días, en un barrio de Burgos para echar a unos okupas que habían entrado a vivir de forma ilegal en unos chalets cuando, ni siquiera, se habían firmado las escrituras. La presión vecinal ha conseguido el objetivo que se buscaba: echar a los okupas de esas viviendas.

Los okupas han abandonado las casas y, por fin, sus dueños han podido entrar a vivir en sus hogares. Las viviendas habían sido compradas hace dos años sobre planos y los dueños llevaban todo este tiempo esperando a que finalizara la construcción para disfrutar de su nuevo hogar.

Sin embargo, cuando solo quedaban unos días para entrar a vivir, se dieron cuenta de que sus casas estaban okupadas. Por lo tanto, se organizaron por redes sociales para presionarles a que desalojaran los chalets y, gracias a la presión vecinal, han conseguido que se marchen.

Los afectados por la okupación fueron una joven pareja y otras dos más, que también esperaban que les entregaran sus adosados: "Estas con toda la ilusión, llevas dos años esperando a que te den la casa y, de repente, ves que una persona desconocida, totalmente ajena, está en tu jardín", asegura la pareja.

Los okupas habían cubierto la valla que daba al exterior para no ser vistos por el resto de vecinos: "Todos los vecinos estaban bastante indignados y ellos se asomaban y todo, quitando las hierbecitas", afirma una vecina.

La Policía entró en estos domicilio para constatar que los okupas habían abandonado el lugar: "Dijimos que de aquí salían como salían, que si teníamos que venir a molestar todos los días a nuestra casa, para que se sintiesen incómodos y no quisiesen estar, veníamos", explica una afectada.

Aún así, el vecindario tiene el miedo en el cuerpo, por lo que muchos vecinos de esta urbanización han acelerado la instalación de alarmas en sus viviendas. Ellos piden más vigilancia policial pero, sobre todo, que cambie la ley para que no se vuelvan a producir más okupaciones de viviendas.

Se venden pisos con okupas en su interior

Ante la dificultad que encuentran algunos propietarios para echar a los okupas de sus casas, cada vez es más frecuente encontrar anuncios en Internet en el que se venden viviendas okupadas. También, se encuentran muchos anuncios de compradores que buscan adquirir un hogar y no les importa que tengan estos inquilinos en su interior.