Rescate de un nuevo cadáver en Cádiz

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EN LA COSTA DE CHICLANA

Dos nuevos cadáveres elevan a 23 la cifra de cuerpos rescatados por el naufragio de una patera en Cádiz

La Guardia Civil. ha hallado los cuerpos de dos ocupantes de la patera naufragada en Los Caños de Meca, en Barbate. Con estos son ya 23 los cuerpos rescatados desde que la embarcación se hundiera en la zona con más de 40 personas a bordo.

El número de víctimas del naufragio de la patera ocurrido el 5 de noviembre en Los Caños de Meca (Cádiz) se ha elevado a 23, después de que esta mañana fueran encontrados otros dos cuerpos en la costa de Chiclana de la Frontera, han informado fuentes de la Guardia Civil.

Los dos cadáveres han sido hallados, uno a media mañana en la playa de La Barrosa y el otro sobre las 14.00 horas junto a Torre del Puerco, dos puntos de la costa de Chiclana de la Frontera situados a más de 30 kilómetros, del lugar donde se produjo el naufragio de la patera.

El número de personas que viajaban en la patera no se sabe con exactitud ya que los inmigrantes dan distintas cifras de los que viajaban a bordo, por lo que la Guardia Civil desconoce si aún queda alguna persona más desaparecida.

Tras el naufragio de la patera, ocurrida el pasado 5 de noviembre, fueron localizados 22 supervivientes que lograron arribar a nado a la playa de Caños de Meca después de que la embarcación chocara con unas rocas y quedara resquebrajada. Entre estos supervivientes estaban el patrón de la patera y su ayudante, que han ingresado en prisión por orden judicial.

Según los ocupantes rescatados con vida, pagaron 1.500 euros por el cruce del Estrecho y el piloto les obligó, una vez recibido el pago de cada uno de ellos, a subir en una sola embarcación aún siendo consciente del exceso de aforo que ello suponía.

Ante la inexistencia de espacio, se vieron obligados a sentarse unos encima de otros e ir turnándose entre ellos.

Pese a que cuando partieron las condiciones climatológicas eran buenas, a mitad de trayecto el estado de la mar empeoró y a consecuencia del fuerte oleaje tuvieron que achicar constantemente el agua que entraba.

Sólo la mitad del pasaje llevaba chaleco salvavidas y muchos de ellos no sabían nadar. Además, estuvieron más de 25 horas en alta mar en condiciones de hacinamiento y, debido al empeoramiento de las condiciones climatológicas, temieron por su vida en muchos momentos de la travesía.

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