Imagen de archivo de una joven víctima de acoso

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POSIBLE CASO DE BULLYING EN CÁDIZ

Una niña lleva dos meses sin ir al colegio porque se siente acosada

Los padres, que ya han solicitado el cambio de centro educativo, se enfrentan a una sanción de hasta 6.000 euros por absentismo escolar.

Todo comenzó en octubre del año pasado: la menor de 13 años apareció en casa con la cara marcada de los cinco dedos de una bofetada que un compañero de clase le había, presuntamente, propinado y un hematoma en la espalda de otro, posible, puñetazo. Fue de esa manera cómo los padres de la alumna se dieron cuenta de que su hija podría estar sometida a un posible caso de acoso escolar.

En los meses de noviembre y diciembre, la niña, alumna del colegio Nuestra Señora de la Caridad de Sanlúcar, llegaba a casa todos los día con lágrimas entre los ojos y contando que estaba pasando por un momento muy complicado. Perdía peso y la tristeza se apoderaba de la menor. Desde enero, la niña no se ha atrevido a volver a pisar el centro educativo porque, según los padres, sufría graves ataques de ansiedad. La alumna ha tenido que ser atendida en numerosas ocasiones en los hospitales de Sanlúcar y Jerez.

Para denunciar esta situación, los padres han asistido al departamento de la Policía Nacional, la Policía Judicial, el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía, el Defensor del Pueblo, e incluso; a la Fiscalía de Menores, exigiendo que se tomaran las medidas necesarias para poner fin al calvario que vive su hija.

Por lo general, las respuestas que ha recibido la madre de estas instituciones le han dejado mucho que desear. El Ayuntamiento, del que esperaba una respuesta a la altura de la situación, les avisó de que podrían enfrentarse a una multa de entre 3.000 y 6.000 euros por no llevar a su hija al colegio. Por lo contrario, las respuestas del alcalde y del Defensor del pueblo han sido positivas, pues se han comprometido a buscar una solución al problema.

Según ha indicado el colegio Nuestra Señor de la Caridad al Diario de Cádiz: "Desde el minuto cero hemos aplicado lo que procede legalmente”, trasladando el caso a la Inspección educatuiva y al Ayuntamiento.

Los responsables del centro, por el momento, aseguran de que "no hay evidencias de que se trate de un caso acoso escolar", apunta. Aunque mantienen el protocolo abierto para seguir indagando en el asunto, porque “somos los primeros interesados en resolver este tipo de problemas y así se lo hemos transmitido a la familia”, apuntan.

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