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Coronavirus

Murcia pone foco en el 'tardeo', decreta cierre de bares y restaurantes de 18:00 a 21:00 en Navidad

La Región de Murcia ha decidido el cierre de bares y restaurantes de las 18.00 a las 21.00 horas los días 24, 25 y 31 de diciembre, y 1 de enero con vistas a evitar grandes aglomeraciones en las horas previas a Nochebuena y Nochevieja.

El Comité de Seguimiento Covid ha aprobado hoy nuevas medidas restrictivas ante el coronavirus para evitar un escenario de descontrol en el ámbito del ocio en la Región de Murcia de cara a los días de Nochebuena y Nochevieja.

Las medidas de Navidad

Aunque los positivos diarios por coronavirus se ha estabilizado entre 150 y 200 nuevos contagios cada día, la Región de Murcia ha decidido imponer medidas más restrictivas. Por ello, el sector de la hostelería deberá cerrar sus locales de 18.00 a 21.00 horas los días de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo para evitar las aglomeraciones de gente durante el 'tardeo' en las calles.

De cara a las cenas familiares, el Gobierno regional de Murcia permitirá que haya reuniones de hasta diez personas y de, como máximo, tres núcleos familiares para evitar una mayor propagación del coronavirus. El toque de queda se mantiene hasta la 1.30 de la mañana como ya se aprobó en su momento. Se impedirá la entrada de "allegados" al territorio de la comunidad los días 24, 25 y 31 de diciembre, y 1 de enero.

Fernando López Miras, presidente del Gobierno murciano, ha hecho este anuncio en rueda de prensa tras la reunión del comité de evaluación del coronavirus, que también ha aconsejado la realización de test de antígenos a los residentes fuera de Murcia que viajen a la región a reunirse con sus familiares en Navidad.

Cerco al tardeo

Con el ocio nocturno cerrado por el toque de queda ante el coronavirus, el 'tardeo', salir de copas por la tarde se ha puesto de moda entre madrileños jóvenes y no tan jóvenes. Una actividad que está bajo el foco policial, que vigila el cumplimiento de las medidas para evitar contagios del coronavirus.

Cada sábado por la tarde se siguen formando colas y aglomeraciones alrededor de algunas de las conocidas discotecas de la capital, que ahora funcionan como restaurantes, pero donde el alcohol sigue fluyendo.