Una mujer víctima del timo del amor entregó 57.000 euros a su falsa pareja sin verle nunca

Nunca intercambiaron una mirada, tampoco un beso, pero sí una media de 350 mensajes al día durante 14 meses. Y una serie de transferencias por las que la víctima entregó a su presunto estafador 57.000 euros creyendo que su relación amorosa era estable pese a no haberse visto nunca. La Guardia Civil ha detenido en Guardamar del Segura (Alicante) al presunto estafador y a su pareja real. Él ha ingresado en prisión, pero por tener una reclamación anterior por delitos de seguridad vial.

A veces la televisión tiene también efectos indeseados. Una serie, "El estafador de Tinder", que puede verse en una plataforma, sirvió de inspiración a este presunto timador del amor detenido en Alicante. Eso es lo que ha reconocido ante la Guardia Civil, según explican a Antena 3 Noticias fuentes de la investigación. Fue en esa web de citas, en Tinder, donde puso un perfil falso para captar a su víctima. Se hacía llamar Javier y decía ser policía destinado en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). También afirmaba ser de una familia adinerada. Todo tan falso como la foto que había subido a la red social.

Fase de victimización

El gancho sirvió y picó una mujer alicantina de 36 años. Tras unos días manteniendo contacto a través de la aplicación en la que se conocieron (eso creía ella), se intercambiaron los teléfonos para mensajearse de una forma más directa. Tras un tiempo de contacto virtual ella le propuso conocerse en persona. Pero él siempre encontraba algún problema laboral o personal para evitar el encuentro en el último momento. Un cara a cara que nunca llegó a producirse en 14 meses de relación. Eso sí, él le asegura estar invirtiendo en una vivienda de lujo, de siete millones de euros, en Elche para estar más cerca de ella.

"Un martillo psicológico", según uno de los agentes

Tras una primera fase que los investigadores llaman "aduladora o de enamoramiento", el presunto estafador pasa a la siguiente fase: la de "victimización". Asegura que tiene un hijo adolescente con problemas al que, llega a decir, le han secuestrado. Además se hacía cargo de su madre enferma, de la que llega a decir que ha fallecido. Y asegura que estaba intentando levantar un negocio familiar después de que uno de los socios lo haya hundido. Todo para comenzar a pedir dinero a su víctima. Durante esos 14 meses de relación, la Guardia Civil ha contabilizado una media de 350 mensajes diarios entre el presunto estafador y la mujer denunciante. "Un martillo psicológico hacia ella para sacarle esa cantidad de dinero", explica uno de los investigadores del Equipo Arroba de Alicante especializado en delitos cibernéticos.

La mujer comienza a sospechar

A lo largo de ocho meses la mujer realiza transferencias que alcanzan un total de 57.000 euros. Sin saberlo, ella ya había visto a su falso enamorado. Pero fue en una cita en la que él se hizo pasar por su hermano para contarle todas las dificultades económicas y personales que pasaba el falso donjuan. Y, a través de mensajería telefónica, simuló también ser el hijo del falso Javier para pedirle ayuda económica para su padre. Ella estaba convencida de que eran pareja, de que les esperaba un futuro juntos como familia y de que realmente necesitaba esa ayuda económica. Y durante ocho meses realizó esas transferencias económicas.

Hasta que la mujer comenzó a sospechar y acudió a la Guardia Civil para poner una denuncia. Aportó suficientes pruebas para abrir una investigación que no ha sido sencilla y en la que los agentes han contado con la colaboración de Tinder para encontrar al falso Javier. El hombre apenas salía de la casa de Guardamar del Segura donde vivía. Pero los agentes llegaron hasta él y le detuvieron junto a su pareja real. Los investigadores creen que ella estaba al corriente de la estafa y se beneficiaba económicamente de esa actividad delictiva. El presunto "timador del amor" tiene 39 años y antecedentes por delitos contra la seguridad vial por los que ha ingresado en prisión. También era, según fuentes de la investigación habitual, un pequeño estafador habituado a dejar facturas sin pagar. Y aficionado a las apuestas online.

Ante la Guardia Civil él se ha acogido a su derecho a guardar silencio. Los agentes han llamado a la operación "románticos". Aunque el amor existía sólo en el pensamiento de la víctima.