Granada

Muere una joven de unos 20 años en un piso de estudiantes de Granada horas después de ir al médico

Una de sus compañeras de piso alertó a los servicios de emergencias al observar que la joven se encontraba muy mal.

Imagen de archivo de una ambulancia de la Junta de Andalucía

Imagen de archivo de una ambulancia de la Junta de AndalucíaEuropa Press

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Una joven de unos 20 años ha fallecido este lunes en una vivienda de estudiantes de Granada capital tras empeorar repentinamente su estado horas después de haber acudido a un centro médico. Según fuentes cercanas al caso, fue una de sus compañeras de piso quien alertó a los servicios de emergencias al observar que la joven se encontraba muy mal.

El aviso se recibió sobre las 9:45 horas en el servicio de Emergencias 112 Andalucía. El centro coordinador activó de inmediato a la Policía Nacional, la Policía Local y los servicios sanitarios. Los primeros en llegar al piso fueron agentes de la Policía Nacional movilizados desde la Sala del 091, que iniciaron maniobras de reanimación cardiopulmonar al comprobar la gravedad del estado de la joven.

Poco después accedieron efectivos sanitarios del 061, que continuaron los intentos de reanimación sin éxito. Solo pudieron certificar la muerte en la vivienda. Según las mismas fuentes, la joven había sido atendida previamente este mismo lunes en el servicio de urgencias de un hospital de la capital, pero había regresado a su domicilio estudiantil tras recibir atención médica. Su estado de salud empeoró posteriormente de forma repentina.

Condenadas por la muerte de un niño de 8 años tras cinco visitas a urgencias

El pasado mes de junio, un juzgado de Alicante ha condenado a penas de entre uno y dos años de cárcel, además de tres años de inhabilitación, a dos médicas por la muerte de un niño de 8 años de Petrer en 2020 al no diagnosticar a tiempo la apendicitis que derivó en una peritonitis mortal. El menor acudió cinco veces en cuatro días a urgencias con dolor abdominal persistente y vómitos, sin que se le realizaran analíticas ni ecografía pese a los antecedentes.

La sentencia habla de imprudencia profesional grave y mala praxis: una pediatra del Hospital de Elda le dio dos altas sin pruebas complementarias, mientras que la médico de familia no lo derivó de urgencia pese al empeoramiento, aumentando un 70 % el riesgo de muerte. La jueza fija casi 180.000 euros en indemnizaciones y detalla que la infección evolucionó hasta un fallo multiorgánico irreversible.

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