Suceso
Muere en extrañas circunstancias y su ex se queda con el piso de 2,7 millones por el que iban a ir juicio
Una expareja británica iba a comparecer ante el Tribunal antes de que se encontrara el cuerpo de la mujer en la acera frente al rascacielos de Manchester donde residía.
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Una mujer que se cayó de un bloque de apartamentos en el centro de Londres se vio envuelta en una amarga batalla legal con su exmarido por su casa londinense valorada en 2,7 millones de libras. Antes de morir, Rachel O'Hare demandó a su expareja, Owen Pacey, un prestigioso anticuario de 60 años, por una mansión de cinco plantas ubicada en la moderna zona de Spitalfields. Según distintos documentos judiciales revisados por el diario Mail, la mujer pagó la propiedad y supuestamente, le pertenecía por derecho.
Asimismo, O'Hare alegó que su expareja la había dejado fuera de casa. Ella afirma que Pacey le impidió recoger sus pertenencias, se negó a pagar las facturas del hogar e incluso, amenazó con destrozar el interior de la vivienda, la cual contaba con ornamentadas lámparas de araña y muebles de diseño de precios elevados.
La pareja, que se separó en mayo del pasado año, tenía planeado enfrentarse por la propiedad en un juicio ante el Tribunal Supremo en los próximos meses. Sin embargo, cuatro días después de la última audiencia del caso, Rachel fue encontrada muerta. El cuerpo de Rachel apareció en la acera junto a un complejo de apartamentos en el centro de Manchester, donde residía de manera habitual.
Las incógnitas en torno a la compra de la casa
En una declaración ante el Tribunal, Rachel afirmó que Pacey la convenció para comprar la elegante casa del siglo XVIII ubicada en Wilkes Street. La propiedad la pusieron a nombre de ambos en junio de 2021.
Para pagar esa vivienda, ella solicitó un préstamo y utilizó el dinero del acuerdo de divorcio con su exmarido, Steve O'Hare. En ese momento, ella y Owen llevaban menos de un año juntos después de conocerse en la tienda de chimeneas de lujo de Pacey.
Otros documentos que ha podido confirmar el Mail muestran que cuando la expareja compró la casa en conjunto, ambos firmaron una cláusula que especificaba que, en caso de que alguno de los dos falleciese, la propiedad pasaría al cónyuge.
Posteriormente, ambos decidieron compartir la vivienda con plena propiedad, revirtiendo al cónyuge que sobreviva. En este caso, como O'Hare falleció, Owen Pacey sería el único propietario.
En 2022, Pacey le regaló a su exmujer el 50% de la vivienda. No obstante, Rachel permaneció en Cheshire y la relación comenzó a desmoronarse. Cuando la relación empezaba a romperse, Rachel descubrió que su exmarido nunca había formalizado su participación del 50% y alegó que su exmarido era controlador, además de dar instrucciones a sus abogados para que iniciasen acciones legales en su contra.
Por otro lado, Pacey afirmó que él pagó las facturas y nunca amenazó con destrozar el hogar. Asimismo, Pacey nunca habló sobre su disputa legal con O'Hare aunque, en una entrevista, añadió que ella había sufrido problemas de salud mental en las semanas previas a su muerte.
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