Un control rutinario de la Guardia Civil se ha convertido en el milagro de los panes y los peces para 30 centros asturianos de beneficencia.
Los agentes interceptaron un camión cargado con más de 2.000 kilos de marisco sin documentación de origen.
Los agentes se encontraron docenas de cajas apiladas con casi 1000 kilos de bueyes de mar, 350 kilos de vierias,180 de bogavantes; así como bígaros ,nécoras y cigalas.
En total, 2400 kilos de marisco sin etiquetar de los que el conductor sólo pudo explicar que se dirigían a la localidad pontevedresa de O Grove.
Durante los dos días siguientes el Banco de Alimentos de Oviedo se convirtió en una improvisada lonja.
Desde allí se repatieron 80 kilos de marisco a cada uno de los 30 albergues y residencias de la región.
De su calidad sí han dado cuenta los más necesitados de un centro social.Desde hace diez días,no hay ni una sola queja por el menú.
El éxito de tan peculiar donativo ha sido tal, que las monjas han decidido congelarlo para que no se dispare el acido úrico de sus comensales.