Volcán La Palma

Miguel Ángel Morcuende, de Pevolca, un año después de la erupción del volcán de La Palma: "Sentí temor a no poder responder a tiempo"

El entonces director del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, habla sobre cómo se lideró la emergencia de la erupción del volcán de La Palma en Antena 3 Noticias.

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Se cumple un año de la erupción del volcán Cumbre Vieja de La Palma. Pocos imaginaban que lo que se esperaba como un acontecimiento científico e interés turístico se convertiría en una tragedia social y económica para la isla que, un año después, no se ha recuperado.

Durante 85 días ininterrumpidos, el volcán escupió lava y gases de manera continua hasta que el 13 de diciembre cesó su actividad y 10 días después se dio por concluida la erupción. Durante ese tiempo obligó a desalojar a unas 7.000 personas, cubrió más de 1.200 hectáreas de lava y arrasó 1.345 viviendas y casi 1.700 edificaciones.

Miguel Ángel Morcuende, director técnico del Pevolca, lideró la emergencia de la erupción del volcán. Un año después habla en Antena 3 Noticias.

Es una experiencia única

Un año después, Morcuende explica que recibe llamadas "de muchos ámbitos" preguntando por la labor realizada durante la erupción. "Es una experiencia única. Muchos vecinos todavía me paran por la calle", afirma.

No sabemos exactamente lo que pasó con él

Fueron casi tres meses, donde la erupción se saldó con un fallecido; un hombre que limpiaba ceniza. La muerte registrada no fue achacable al volcán, según indica el director del Pevolca, sino que "todavía no sabemos exactamente lo que pasó con él".

Morcuende asegura que durante ese tiempo no sintió miedo, pero sí temor por la explosividad del volcán en ciertas ocasiones. "Ese temor a no poder llegar a tiempo a lo que el volcán nos obligaba a realizar rápidamente en cada momento", indica. Aunque explica que "había un comité científico" siempre.

Ahora el volcán "no es peligroso en emisión de lavas" porque "ya no está en erupción". Sin embargo, indica que existe un problema de emisión de dióxido de carbono en las zonas costeras y turísticas que impide "que sus habitantes puedan volver a vivir".

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