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PROCESIONES DE SEMANA SANTA

Mantillas negras para la Madrugá del Jueves Santo en Sevilla

El buen tiempo está permitiendo disfrutar de las procesiones de este Jueves Santo. En Sevilla siete hermandades están en la calle, a la espera de que salga la Macarena y comience la Madrugá.

Una temperatura primaveral y la ausencia de riesgo de lluvia permiten que el Jueves Santo sevillano luzca en todo su esplendor y cumpla con el rito de una ciudad llena de mantillas negras en señal de luto, mientras los fieles esperan con hasta siete procesiones esta tarde la llegada de la Madrugá.

Las calles de Sevilla son un hervidero en el que se alternan las visitas a los templos que ya tienen preparadas sus imágenes con las paradas en establecimientos hosteleros para reponer fuerzas en la jornada más larga de la Semana Santa.

Mientras las mujeres cumplen con la tradición de lucir de negro de la cabeza a los pies los hombres hacen lo propio con trajes y corbatas oscuras, que recuerdan se conmemora la pasión y muerte de Cristo, tras la Última Cena, en la que instituyó la Eucaristía y lavó los pies a sus discípulos, antes de ser arrestado y juzgado ante Caifás tras la traición de Judas Iscariote.

Mantillas y peinetas negras, guantes y medias de encaje y rosarios en las manos componen el retrato de decenas de mujeres que, por ejemplo en la plaza del Salvador -tradicional lugar de cita en el ocio sevillano- componen una fila de personas que serpentea en un goteo incesante para visitar la iglesia colegial.

"Yo el año que viene, si vengo, vengo de mantilla", comenta admirada una turista que no aparta sus ojos de los modelos que lucen las mujeres, desde las mayores hasta las más jóvenes, que aprovechan también para hacerse selfis con un atuendo tan característico ante un entorno vanguardista como 'Las Setas' de la Encarnación.

La mañana del Jueves Santo ha contado este año con una estampa especial en las calles de Sevilla, con el traslado de las imágenes de la hermandad del Cerro del Águila, cuyos costaleros han portado los pasos del Cristo del Desamparo y Abandono y de la Virgen de los Dolores hasta su iglesia desde la Catedral, donde quedaron refugiados el pasado martes a causa de la lluvia.

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