Los vecinos de Marchena en Sevilla (Andalucía) están preocupados porque en el agua de los grifos han encontrado restos de plaguicida. Los valores de plaguicida están ligeramente por encima de los permitidos.
El valor normalizado se encuentra en 0,10 microgramos por litro de agua y el valor registrado en Marchena es de 0,11 microgramos por cada litro, no es un valor muy elevado, pero a la larga puede ser perjudicial para la salud. Por eso, los habitantes de esta localidad no pueden ni beber ni cocinar con ella. Solo la pueden usar para asearse.
Los vecinos tienen que utilizar agua embotellada y algunos se quejan de "que se les va a ir el sueldo". En Sevilla, hace dos meses también ocurrió algo parecido, estuvieron una semana con el agua cortada. "Ya son demasiadas veces que el agua se nos ponga mala", se queja una vecina.
Ahora los vecinos tienen dos opciones: ir a los camiones cisterna que ha puesto la empresa para repartir agua potable durante estos días. Hay botellas de 20 litros y otras que son más grandes, para que los vecinos puedan utilizarla para beber y cocinar. La otra opción es la de ir al supermercado, aunque el agua embotellada en estos establecimientos se ha ido agotando poco a poco.