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ORGULLO MADRID 2018

Los vecinos de Chueca se quejan del ruido y la suciedad que generan las fiestas del Orgullo

El Orgullo es una fiesta que genera un gran impacto económico en Madrid, pero también molestias a los vecinos del barrio de Chueca, que sigue siendo el epicentro de este multitudinario evento. Aseguran que son ellos quienes sufren la doble cara de la moneda pues, por un lado respetan los valores y la diversidad que el Orgullo transmite, pero aseguran que son ellos quienes sufren lo peor de las fiestas: el ruido por las noches y la suciedad que hay en las calles.

Miles de personas daban este miércoles la bienvenida al Orgullo de Madrid 2018. Por delante quedan cuatro días de fiesta y reivindicación en la capital.

Se trata de un evento que genera un gran impacto económico pero también molestias a los vecinos, que se quejan del ruido y otros problemas.

Por segundo año consecutivo el Ayuntamiento de Madrid no multará el exceso de ruido durante estas fiestas ni tampoco durante la noche, lo que ha generado malestar entre los vecinos, que se quejan también de las restricciones de tráfico y aparcamiento en la capital.

El más afectado es el barrio de Chueca, que sigue siendo el epicentro de esta fiesta multitudinaria. Los vecinos dicen que son ellos quienes sufren la doble cara de la moneda porque por un lado respetan los valores de diversidad y tolerancia que está dando el Orgullo pero aseguran que son ellos que son quienes sufren las consecuencias de las fiestas.

Algunos de estos vecinos confiesan que cuando llega la fiesta del Orgullo aprovechan para irse a la playa o a otro lugar.

Críticas a Carmena

La Asociación de Vecinos de Chueca y la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Centro han acusado este domingo a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de "pisotear el derecho a la salud" de miles de madrileños para favorecer "el negocio del alcohol y el ruido" del Orgullo Gay.

En una publicación en su página web, han expresado su "más rotundo desacuerdo" con la decisión del Ayuntamiento de Madrid de eximir a la fiesta del Orgullo del cumplimiento de la ordenanza contra el ruido.

Respetan, indican, el derecho a la celebración pero siempre que concilie con "el derecho a poder tener una vida familiar normal" en sus casas.

Los vecinos han hecho hincapié en que el Orgullo es un "evento privado con ánimo de lucro" y que, pese a que otros años se ha sancionado a los promotores por superar "de manera alarmante los niveles de ruido permitidos", con Carmena la ley que les protegía "ya no vale".

Así, denuncian que este evento de empresas privadas no debe "ser objeto de trato privilegiado, ni eximido del cumplimiento de la legislación de aplicación general, y menos usando groseros atajos legales como la declaración de Fiesta de Interés General".

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