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EL RITMO DE VIDA ES LA PRINCIPAL CAUSA

Los españoles gastamos de media 185 euros en alimentos preparados

El ritmo de vida nos lleva a abandonar la costumbre de cocinar. Por eso, los productos preparados ocupan cada vez más espacio en las estanterías tanto de los supermercados como de las neveras de los españoles.

La demanda de los productos precocinados va creciendo cada vez más. Desde comida rápida clásica como pizzas, hamburguesas o sandwiches a productos relacionados con un estilo de vida más 'saludable' como shushi, cremas de verdura, tofu o furtas cortadas...

Según Ana Fernández, experta en distribución de la empresa Nielsen, (compañía global de gestión de información que proporciona una radiografía completa sobre lo que ve y compra el consumidor), la clave del éxito de la industria de los preparados radica en el ritmo de vida que llevamos. "En la necesidad de la inmediatez está la respuesta. Nos estamos acostumbrando a que nos los pongan cada vez más fácil. Eso es aplicable a todos los aspectos de nuestra vida y, por tanto, también al hábito de comer".

Un 31% de los hogares españoles utiliza los puntos de comida preparada y un 19% está dispuesto a sumarse a esta tendencia sí encuentra este tipo de productos en sus establecimientos habituales. En conjunto, los alimentos ‘listos para comer’ suponen ya el 7,7% del total de la cesta de la compra. Ocho de cada cien euros que ingresa el mercado de gran consumo se asocian a la comodidad, según el estudio de Nielsen. Es más frecuente encontrar conservas en hogares de solteros maduros que en aquellos con niños, que es más habitual encontrar platos congelados y refrigerados.

El gasto por hogar en estos productos es de media 185 euros, casi un 9% más que en el año anterior. En conclusión, "los consumidores están dispuestos a pagar más por alimentos que les garantizan comodidad y calidad".

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