Canarias

Llega a El Hierro el cayuco con más 320 personas en la jornada con más rescates del año

Este sábado llegaba al muelle de la Restinga un cayuco con trescientos 320 inmigrantes, una cifra nunca vista en la historia de la Ruta Canaria.

Un cayuco llega a la isla de El Hierro

Un cayuco llega a la isla de El Hierro Antena 3 Noticias

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Más de 1.000 personas han llegado a las costas canarias este sábado en nueve embarcaciones. Una de ellas, un cayuco con trescientas veinte personas a la isla de El Hierro. Es una cifra histórica en la ruta canaria ya que nunca, desde que comenzara esta mortífera ruta migratoria atlántica en 1994, había llegado una embarcación con tantas personas. La anterior embarcación con más migrantes llegó también a El Hierro el pasado 3 de octubre con 280 personas.

Desde la madrugada, y durante todo el día, los rescates han sido continuos. Hasta hoy, la media era de quinientas personas al día, pero la cifra se ha duplicado, superando el millar. Ha habido traslados de Salvamento Marítimo, y también de la Guardia Civil a varios puertos: a Arguineguín, en Gran Canaria; a los Cristianos en Tenerife; y la gran mayoría, una vez más a La Restinga, en el Hierro, donde han llegado más de novecientas personas.

Una jornada muy dura para rescatadores y voluntarios, que no daban abasto en el muelle ante la llegada incesante de cayucos. Ha sido el día de mayor número de rescates de todo el año, cerca del 88% de ellos, en aguas próximas a El Hierro. Y las cifras siguen creciendo con cada llegada, más de 12.000 personas rescatadas en el mes de octubre en Canarias, y cerca de 27.000 en lo que va de año.

Al caer la noche en El Hierro, comienza a bajar la temperatura, el viento es intenso, y el mar, en alerta por fenómenos costeros. En el muelle, cientos de personas se resguardan del frío con mantas, mientras esperan ser llevados a algún lugar. De madrugada, trasladarán a muchos de ellos a Tenerife ya que en El Hierro no hay capacidad para acoger a más personas.

La jornada del domingo también será dura, los voluntarios están exhaustos, muchos llevan desde la madrugada sin parar de repartir ropa, mantas, comida… Una crisis humanitaria que parece no tener fin y una Ruta Atlántica que sigue batiendo sus propios récords. Y mientras tanto en el muelle se repite la misma imagen, personas con la mirada perdida, envueltas en mantas rojas, esperando un destino mejor.

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