La Sección Segunda de la Audiencia de Málaga ha remitido a la cárcel de Palma de Mallorca la nueva liquidación de condena del ciudadano holandés Romano Liberto Van Der Dussen, después de que el Tribunal Supremo anulara una condena de seis años y seis meses de cárcel que se le impuso por una de las tres violaciones ocurridas en Fuengirola (Málaga) en 2003 por las que fue condenado.
El preso lleva 12 años en prisión, 12 años repartidos entre cárceles, años en los que Romano Liberto Van Der Dussen ha intentado suicidarse, ha perdido todo contacto con su familia y amigos. Pero años en los que siempre ha declarado su inocencia.
Incluso por carta ha pedido justicia: "Soy una sombra de la persona que fui. Siento mucho lo que le ha pasado a las víctimas. Pero no se debe permitir que un inocente esté en la cárcel", aseguraba el holandés, que ingresó en prisión con 30 años.
Van der Dussen era el sospechoso perfecto, se parecía al del retrato-robot, tenía antecedentes y dos víctimas lo señalaron. Él declaró que nunca estuvo allí, que no fue a Fuengirola la noche de la violación y que aquella noche estaba en Benalmádena.
Aunque su ADN no coincidía con el encontrado en las víctimas, fue a la cárcel.Tres condenas por agresión sexual. Pero la detención en 2007 del británico Mark Dixie, un buscado delincuente y criminal lo cambió todo o nada.
Condenado a cadena perpetua por violación y asesinato, el ADN de Dixie entró en la base europea y sorpresa, era el mismo que el hallado en encontrado en las víctimas de Fuengirola.
La policía española supo entonces que el holandés era inocente pero incomprensiblemente ha permanecido nueve años más en prisión. Ahora el Supremo lo exculpa de uno de los tres crímenes sexuales. El Tribunal le pone en libertad, aunque ahora debe demostrar que no es culpable en los otros dos casos por los que ya ha cumplido condena.
