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UNA POLÉMICA SENTENCIA

Las leyes en otros países contra la pederastia son mucho más duras que en España

Antonio Ortíz ya fue condenado a nueve años de cárcel pero solo cumplió seis por violar a una niña de siete años. Las leyes en otros países como Estados Unidos o Reino Unido son mucho más duras.

Este el auto por el que un juez otorgó el "tercer grado" a Antonio Ortiz, después de su primera violación fue condenado a nueve años de cárcel, pero estuvo realmente entre rejas seis años y nueve meses por abusar sexualmente a una niña de 7 años.

Después de este tiempo, disfrutaba ya de un régimen de semilibertad. El magistrado dice que el pederasta había ganado autocontrol y autoestima, y había cambiado su escala de valores.

La legislación en otros países
En Reino Unido pederasta tiene el mismo trato que un terrorista pero quiere endurecer su legislación contra la pederastia. Compartir en internet cómo abusar de un menor será tan grave como publicar un manual para hacer bombas.

Desde 2008 en Inglaterra y Gales los padres pueden solicitar a la policía información sobre antecedentes y abusos sexuales de alguien que por ejemplo vaya a cuidar de sus hijos.

Este registro británico de pedófilos está en el eje de toda una estrategia de control y vigilancia de estos delincuentes.

En Portugal, el gobierno aboga porque los depredadores sexuales queden señalados para siempre. Los padres podrán consultar la lista de pederastas condenados.

En Bélgica, la justicia aplica la cadena perpetua para los episodios más graves y a la hora de pedir la libertad condicional existe un Tribunal especial de seguimiento quien decide si el pederasta está o no rehabilitado, escuchan al condenado, a los expertos pero tambien la opinión de las víctimas.

En Francia, las penas por abusar de un menor son de hasta 20 años de cárcel. Algunos pederastas se someten a la castración química para salir antes de prisión.

En Estados Unidos, tiene las penas más largas del mundo democrático y en mucho de los casos no menos de 25 años de modo automático, y al salir los condenados tienen que apuntarse a un registro, además su puesta en libertad puede depender de una prueba psicológica.

El debate en Estados Unidos se centra en si estas leyes sirven, la mayoría de los abusos se producen en el ámbito familiar y hay casos que nunca son denunciados.

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